LA FE NATURAL

LA FE NATURAL La fe puesta en las creencias es natural, propia de la neuroanatomía humana. Así como un ave, un pollo, nace diseñado para seguir al primer objeto que se mueva a su alrededor o mantener el pico abierto a la espera de alimento, así la evolución dota a toda la materia de sus mecanismos de reacción vital en todos los órdenes materiales. Los supuestos huecos o deficiencias son solo fallas de información. La evolución material no presenta fallas. Materialmente, todo encaja, incluyendo las creencias espirituales o divinas. Es obvio que desconocemos lo infinitamente extenso de la materia. Espiritualmente, lo poco que alcanzamos a entender sigue siendo tan desconocido que ni siquiera podemos comprender lo que alcanzamos a ser como materia. Otra cosa sería intentar detener el Universo, algo que parece imposible. La fe constituye una expresión tan natural, tan material, que resulta insólito pensar que pueda desaparecer dentro de la organización natural de la materia como la conocemos. La fe parece ser una respuesta propia de la organización vital de la materia. Sin embargo, debemos considerar que dicha organización es solo una forma entre las infinitas posibilidades de presencia que puede asumir la materia. La espiritualidad es solo una forma material de la existencia misma, que es también una expresión de la materia. Como podría serlo incluso la existencia de Dios mismo.