Bendita sea la razón
Que ha de guiar los de El Norte
Bendito sea el aporte
Del sensato corazón
Que habría calmado a Tromp
Ruego a Dios que ya mañana
Despierte en su mente sana
Lejos de la Casa Blanca
Le deje la calle franca
De la multitud mundana
A los nuevos gobernantes
Porque si dejó hacer trampa
Administrando él la rampa
Que se desate los guantes
Deje ese chillar de infantes
Pues nadie como él más sabe
Quién desmoronó el casabe
De aquella otra candidata
Sabe como se arrebata
Y echarle tierra el jarabe.
No se pinte de inocente
Le dieron solo a beber
Aguas turbias sin llover
Del callejón la corriente
Misma que cuenta la gente
Que la sueltan por las noches
Con aromas de reproches
Los barracones de atrás
Donde habita gente más
Apilados que en derroches.
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