"Que ningún Ser humano nace bueno, santo, justo o perfecto. Que todos somos pecadores. Que la salvación eterna del alma, sólo se alcanzará primero muriendo el cuerpo, y luego con el segundo viaje a la tierra de Cristo Dios, el espíritu será sometido a un examen o Juicio Final, y quien no consiga calificación alta irá a vivir en el infierno"...( Dr. Frank Peña) Je, je, je ......! Así es como me encanta aprovechar al descubrir los flancos desatendidos por Frank Peña. No perderé la ocasión de mostrar que no estoy siempre alineado con las corrientes lógicas de la artística y enjundiosa escritura de Frank Peña, conceptual y poética que a todos impresiona. No. Esta vez, como en otras, me propongo intentar desestabilizar su confortable poltrona de aventajado y magistral decidor. Refiere Frank Peña, con vocación de buen cristiano, piadoso, culpabilizado y evidentemente culpabilizado de si mismo, que "todos somos pecadores", "Que la salvación eterna del alma , solo se alcanzará primero muriendo el cuerpo, y luego con el segundo viaje de Cristo Dios, el espíritu será sometido a un examen o Juicio Final, y quien no consiga calificación irá a vivir en el infierno". Ocurre que, independientemente de quien haya pensado, escrito o pronunciado, tal dicho, lo cierto e que la Naturaleza, fuera espiritual, material, divina o no divina, es una, completa y única, por cuanto simplemente, "es", simplemente "existe", por cuanto, nada es bueno o malo, sino, simplemente "es" como ", como la "habría hecho Dios" o como quiera llamársele a su existencia. De tal modo, no existe, no puede existir, error, fallo, mal, bondad, maldad, etc., pues La Creación simplemente "es como es". "El hombre" como, parte de esta existencia, "Creación" o "No Creación", "Divina" "No Divina", simplemente no puede contener errores ni mucho menos quien los juzgue ni mida. Dios no habría de cometer errores, fallos, maldades, incompletitudes, inconsecuencias materiales ni espirituales, por cuanto esa religiosidad es contraria a la logicidad de La Creación. Dios no cometería errores, maldades, desaguisados, travesuras ni habría motivos para imaginarlo creando seres "malos" ni "malhechos", por cuanto, todos los seres existentes, cumplen el criterio de la Perfección Natural o Perfección Divina.
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