HUMANISMO, ANTROPOCENTRISMO Y ANTROPOMORFISMO

 

Estimar las propiedades de la existencia humana como valor universal, es el resultado de una respuesta antropológica al natural proceso de preservación, estimulación y perpetuación de la cinética consustancial con la naturaleza, igual si se la considera divina o no divina. 

Así, tanto el diosismo como el ateísmo constituyen partes parejas, paralelas de ese mismo entorno material, biologicista de la dinámica evolutiva. Los valores no pasan de ser una respuesta más de esos mismos valores considerados como certeza humana de la materia privilegiada, sezgo este, sin embargo, que no pasa de ser otro de los inmedibles corespondientes a esa vana creencia, auténticamente religiosa, de que el hombre cuenta con facultades materiales distintas al resto material del Universo del cual forma parte sin más allá ni más para acá que la de sus componentes existentes. 

Humanismo, Antropomorfismo, Antrocentrismo, constituyen construcciones mentales, neurales, de esta organización que, a modo de dinamia material, es lo que alcanzamos a inducir sobre esta existencia cósmica, percibida por la inteligibilidad humana. Creerse, sentirse, percibirse como existencia distinta a la del resto material, conforma solo parte de esa lógica evolucionista que constituye la estructura del pensamiento en la que se sustenta el desarrollo biologicista, auténticamene material, sea concebido o percibido como divino o como no divino. 

Nuestras capacidades evolutivas, nos permiten, inducen, conminan a valorarnos a nosotros mismos como seres superiores, materialmente, humanamente, como centros de excepción, Esta risible "dignidad", tiende a desarrollar ese ego necesario, luchador, imprescindible para justificarnos en la lucha por la supervivencia. Saludamos así, la, esas marcas religiosas que llamamos "humanismo", lo mismo que sus distintas expresiones de inflamación evolucionista, como el  "antropomorfismo" y  el más presumido: "antropocentrismo", este último, competidor encendido ante el diosismo, al que se propone desplazar de su pretendido reinado material natural.