La trayectoria familiar, profesional y social reconocidas como marco de la conducta del economista Pavel Isa Contreras, marcado irrevocablemente por ser hijo del connotado conductor social, Narciso Isa Conde, ha adoptado el propio y esperado posicionamiento que ahora como funcionario público de primer orden, bajo la administración gobernante del Estado Dominicano, lo expone a soportar ya el peso del resentimiento reactivo de los ánimos post-anexionistas y trujillistas asentados en lo más profundo del avasallamiento moral que aun sub-yace en el imaginario de la cultura esclavista.
Cierto es, ciertísimo, que aun los residuos más condensados y obstruídos del concierto étnico dominicano, ha sido barruntado de europeo esclavizador, tanto que aun descendiendo en primera linea biológica de padres esclavizados, concedidos de un apellido vendido como pertenencia de propiedad transable, nos sobre-exaltamos con gritos de rechazo para negarnos a nosotros mismos como hijosdescendientes de esa esclavitud que gravita en la historia reciente de nuestra clase, étnicamente mestizada.
Reacios a reconocerse como dignidad substraída del diosismo espiritual, biológico y cultural africano, bien haríamos con exaltar el coraje valeroso de Pavel Isa Contreras, al intentar reivindicar aun, con notable integridad racional y sano domininicanismo la contribución que el trabajo, como bien transable, es y ha sido aportado por la comunidad obrera migrante, que durante par de siglos ha sustentado en sus espaldas sudorosas, el peso innegable de la azucarada economía dominicana, hoy ramificada, florescente y fructificada en la formación escolar, técnica. política y profesional aprovechada como era de esperarse, al ser convertida en bien transable, reproducible y capitalizable en beneficio de la sociedad dominicana y su Estado organizado.
Miserablemente, muchos son los mentalistas desastrados y desvencijados mentales, dirigentes políticos, comunicadores y hasta legisladores oficialistas, que, desconocedores de su propia historia social, política y económica, han salido a despotricar contra la integridad, el raionalismo y la honorabilidad de un Ministro de Estado que, formado en la conciencia plena de su responsabilidad como orientador de la sociedad, en materia del conocimiento efectivo de la contribución medida del aporte real de la mano de obra capitalizable como componente transable de bienes y servicios aprovechado en casi todos los órdenes de la productividad del sistema económico nacional, ha puesto en contexto ese orientador, franco, profesional y sincero conocimiento sobre la necesidad de fomentar la calidad y dignidad humana sobre el aprovechamiento de la útil y explotable mano de obra de todos los servidores aplicados en las labores productivas de la riqueza dominicana capitalizable.
Tontos triviales llegan a ser quienes, en vez de estudiar con ahinco razonado, se pierden en desconocer el virtuoso círculo de los rendimientos aumentados cuando la producción es estimulada mediante incentivos a la paz laboral, la formación saludable y la sanidad tanto social como biológica de la obrería que se siente apreciada, valorada y reconocida. El ministro Pavel Isa Contreras, ha resultado, al parecer, demasiado cultivado, razonador, humano y superior frente al estandard social y cultural de algunos medios políticos y comerciales alistados para servir en los coros de los más retrasados cantores dominicanos.
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