La Guerra es La Guerra, los hechos consumados en ls Siria del Medio Oriente, bajo el amparo del poder guerrero, esgrimido por el ala militar dominante que se impone desde los tiempos de La Primera Guerra Mundial y su suscedánea,
La Segunda Guerra Mundial, mantiene, aplica y domina los negocios de La Guerra, con tal autoridad y efectividad negociadora. tal que ha determinado permitir la extensión del mandato político que morigera los equilibrios de la geografía política sudamericana.
Las corrientes que en avalanchas desbordadas drenan el capital intelectual y el capital social productivo en general que corrre en un solo sentido de nuestra geografía política, de la sociedad mercantil mundial, tiende a abaratar tanto la mano de obra que hoy busca rellenar los huecos abiertos por los crecimientos mundiales del consumo inducido por los avances tecnológicos.
Las cabezas tradicionales del poder guerrero propiciador y sustentador del orden social del capitalismo al que nos acoge, batalla, guerrea humanamente como lo manda su espíritu genético competitivo que induce su biología, inevitablemente bajo el impulso inevitable del perfeccionismo social, personal y colectivo que demandan todos los propósitos biológicos que definen nuestra naturaleza material y espiritual, fundamental.
Los más sofisticados y avanzados métodos aplicados por el orden mundial, la monetarización que hace valer la acumulación de esfuerzos transables, acumulables, del capitalismo, arrebatan a través de las guerras cuando es necesario, reacomodar las urgencias económicas, mediante las luchas guerreras, que, por demás, estas cumplen así su función de promover esa competencia social y cultural que noa demanda ese perfeccionismo que impulsa nuestra naturaleza que nos llama a la infinita y absoluta divinización transitada por "la vuelta" de la evolución.
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