domingo, 6 de abril de 2025

EDADISMO Y CONVENIENCIAS

 

Hasta el colega que me acompañaba a realizar un largo recorrido en metro que nos obligaba a realizar hasta un par de transferencias, consideró que valía su consideración de cederme un asiento, discretamente se empeño siempre en ser amable conmigo al hacerme concesiones de seguridad al cruzar las calles, subir ecaleras, facilitarme los descansos, etc...Funcionó el edadismo social al que estimó que moral y eticamente, correspondía. Decidí confirmar su propia edad calendaria, resultando que, en realidad, me aventajaba con, por lo menos, un año y algo más. Entonces comprendí, que más allá del edadismo, igual correspondía, otra discriminación positiva igualmente ajustada: el "cardiologísmo". Mi colega y amigo de tertulias y otras vainas dominicanas, así discriminaba en favor de mi salud que cojea, cuando no de las canas derechas, lo mismo que de las canas izquierdas. El edadismo me tolera conducir a velocidades más reducidas o le cedo el volante ventajosamente al mismo colega que con cierta frecuencia comparte su edadismo mucho menos declarado. En los bancos me refieren a filas especiales. Cuando el colega se desesperera un poco, completa cualquier diligencia en mi nombre sin cobrarme nada. Lo oigo agraciando galanterías que ya ni recuerdo como se pronuncian. Sonrío y evoco mis oraciones de iniciación de la misa en mis tiempos de monaguillo: el "Yo Pecador"...un "Padre-nuestro" y un "Avemaría", preventivos ante las amenazas y malas influencias generadas desde las fantasías y aspiraciones de mi colega y amigo que me tolera, consiente y tolera mi precioso edadismo.

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