lunes, 19 de junio de 2017

EL PECADOR Y LA SANTA

Veo diamantes en los filos del poema
Pronunciada oración en frescas horas
Canto sensual que en tus gracias doras
Aire del amor, rayo que en ti quema,

Escandaliza y conmueve la  corriente
De tu tierna pubertad aun despierta
Vigilia estrellada al amor abierta
Oscuros azulados vienen frente

A la mirada constante que se aleja
Con las olas que sobre el horizonte
Vuelven, van, oscilantes, en remonte
De la espera serena que en mi deja

La suerte de escuchar en tu garganta
Eufonías aladas desde El Cielo
Que le entregan el premio del consuelo
Humilde al  pecador que ora a una santa.




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