jueves, 5 de enero de 2023

LA INEVITABLE DIFUSIÓN SOCIAL

 

Toda la mecánica, tanto práctica como teórica-administrativa, concebida como lucha competitiva, sistemáticamente trazada dentro de los esquemas de la sociedad política estructurada y fundada en el democratismo liberal, está conecebida, necesariamente, en la explotación y aprovechamiento transable de del obrerismo laboral y las diferencia beneficiables y capitalizables. 

Esas diferencias, resultantes, precisan con mayor ansiedad económica, en la medida que la mano de obra resulte cada vez más barata, más rentable, mejor redituable. Es así, como, sin más que acordar o convenir, el máximo de las ventajas parten de la baratura disponible sobre la mano de obra.

 Es esa interpretación la que signa los mercados que impulan la migración obrera en cualquier parte del mundo donde operan los mercados capitalistas, Intentar contraponer otras razones materiales a esos impulsos resulta bastante cuesta arriba y contrapuesto a la psicología humana, a su naturaleza evolutiva, al fuerte de sus demandas de perfectibilidad esencial, materialmente lógico. 

Es por ello que en el caso de República Dominicana Vs. la República de Haití, esa demanda de mano de obra seguirá las leyes naturales, las leyes de la difusividad propia de las diferencias conocidas y aplicables a las propiedades tanto físicas como sociales. 

Las necesidades constantes que demandan el incremento de recaudaciones reconvertibles en facilidades estimulantes a la misma vez de nuevos crecimientos, conforman un sistema retroalimentado, de prueba y error, pero siempre, netamente incrementable en sus rendimientos. 

Es así como opera la dinámica social del perfeccionamiento evolucionista. Es así, por tanto, como resulta imposible esperar un retroceso de ese proceso de indetenible crecimiento económico, casi socialmente explosivo en la economía de toda la isla compartida por dos estados que, inevitablemente, tienden a la socialización constante de modo natural.

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