TALLADOS EN ROCAS

Todas las cosas de la tarde lucían enlluviadas
El sol disimulaba su presencia, soñoliento
Ensombrecido detrás de roncos chubascos
Coalescían en sudor los contornos de tu rostro
El alma de tus caderas retumbaba mis humores
Párpados, pechos y vientre turbaron mis arrojos
Fue el reto de mi vida tras mis despiertos sustos
El candil del amor nos brindó el rayo de Dios
Suspiraron nuestros pechos descomprimidos
Estallaron los tambores de la pasión sin bordes
Fuimos más que llamas, también primavera
Templo de amor congelado bajo los témpanos
Gigantes obstinados contra el calor y la luz
Cultivaremos el amor sobre los rocosos surcos
Junto al fruto sagrado bendecido por los dioses
Tallados en única pieza sobre la viva montaña.