ALMA DE DIOSA

Aceituna color maduro, cultivo del amor y embrujo de parejos encantos,

Vertidos a lo inmenso de puertas abiertas a su mundo de infinitud posible

Materia de poesía, imágenes y fantasías, aire, tierra cosmos, agua y fuego

Concebida de libres olivares, cepa de germen resistido a ritos de catedral

Precoz inteligencia nativa, cría alimentada de privilegiado polen materno

Obedece mi universo el oriente de sus pisadas, plomada, medida y nivel

Dispuestos a ras de los empotrados geométricos delineados en su escultura 

Igual estatura en movimiento preciso, arpa de sonido y afinadas cuerdas

Sinfonía de voz licuada en mis versos, sentidos y pensamientos eternos

Viajera en vuelo a norte pleno sin saltos, estridencias ni frívolas aventuras

Invariable bajo el sol del medio cielo, capitana  de ojo fijo en la osa mayor

Compone pentagramas para violines dormidos bajo la espera de su triunfo

Canción de cuna despierta en memoria de brisas frías, reviven su lejanías

A cuesta de besos maternales, una injusta ausencia, abuelos y ruidos niños

Corrigen la celeridad calculada en la virtud de su genio y orden prodigiosos

Presta sin dudar al sutil enderezo de volátiles deseos de la verde materia

Escalando nube a nube espacios claros, libres de accidentes fenomenales

Concedida hija de privilegios embebidos en mis vivos intersticios del alma

De polo a polo, de oriente a poniente, todos los rumbos me compelen a

Convertirme en curador del tesoro vivo en obra de su razón y mis dichas

Crecen los reinos sabios y fluidos de sus instintos divinos, alma de diosa.