jueves, 25 de marzo de 2021

CARTA A MI CUÑADO

 Muy apreciado cuñado, amigo y socio: Cierto es que hemos compartido practimente toda una vida como amigos inseparables. Ambos hemos contado con la dicha de compartir muy de cerca nuestras relaciones familiares y hasta nuestros intereses sociales comunes. Este hermanamiento nos ha permitido hasta hacer sociedad politica y comercial, hasta muy ventajosas, por cierto. Sin embargo, hoy que no contamos con diferencias por dificultades de las benditas "causales", ni diferencias de criterios de política internacional, ni siquiera por diferencias de vacunas, escinde nuestra familia, nuestos, criterios morales, esta inviolable condición por esta diferencia entre las habichuelas con dulce. Hbichuelas sin batata, sin granos ni leche de coco, sería una profanación imperdonables, imposible de tolerar. Esa nueva moda que se han traído entre sus nuevas costrumbres importadas de su estadía por países de nombres raros, son inadmisibles. Ni las traita a mi casa ni se las ofrezca a mis hijos. Por el momento, ya sabrá que podemos comenzar a romper nestros vínculos desde yá.   Usted con su ingeniería química para otro otro sancocho, con otras habichuelas y otros casabes. Su Ex amigo, Ing. M. C. Marciano.

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