Cualquier conocido modo de comunicación entre vivos, proviene, de cualquier forma que se exprese, de una condición contractual, sinalgmática, entre vivos, asumida, cuando menos, por dos sujetos, consciente o inconscientemente, que, de hecho, puede concurrir hasta entre animales, cuya modo de expresión inteligente es desestimado, a nuestro modo de decir, como no racional.
Ese contrato, acuerdo o sistema del que se forma esa acción comunitaria, siempre parte de los recursos interpretativos devenidos de la lógica vital. Esa lógica vital así originada, pueden serle, a nuestros sentidos, ese modo de reacción biunívoco que finalmente vale ser interpretado según lo acordado, conventido, establecido, una real metáfora.
Así por ejemplo, cuando al expresarnos en palabras, digamos, como "habitación", cuyos orígenes terminarían pasando por "haber", es decir, "tener", descendiendo por "hacer", hasta un último y sencillo sonido: "ha" o "a".
A partir de las construcciones sintacticas, gramaticales, derivadas de los infinitos lenguajes, onomatopeyas, gestos, etc., bien fácil seria concluir en que los distintos movimientos lingüísticos, de los que partimos para construir el pensar ideológico, filosófico y científico, es sublimizado en lo que la sociedad culturizada afina hasta el lenguaje poético que no es más que una forma expresiva de los sentimientos humanos, atravesados por la construcción mental, de lo que en la organización del pensamiento humano, concebimos como inteligencia, de cuyas radiaciones parten los intangibles como la espiritualidad, la idealidad, las incertidumbres, lo esperado como lo inesperado.
La Filosofía y La Poesía, como construcciones materiales que tienen sus génesis en los lenguajes, pueden así considerarse, incondicinalmente como línesas imaginarias, descendidas de la atomicidad material, idealizada, obviamente, en los límites últimos e indefinidos de La Divinidad. Metáfora, Filosofía y Poesía, son hijas legítimas del pensamiento material, ideal, natural, universal Divinal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario