jueves, 5 de diciembre de 2024

LA ATREVIDA AVENTURA DE PREDECIR RESULTADOS DE GUERRA

 

Jueves, 5 de diciembre de 2024


Predecir, calcular, adivinar, prever, o profetizar los resultados ciertos, racionalmente traídos a través de algoritmos científico-matemáticos, pudiera ser que hoy se estén sometiendo a las más intensas búsquedas imaginables. Desde los centros de acumulación de inteligencias naturales y artificiales de cualquier índole, a partir de cuantos recursos reales puedan hacer valer la vigencia científica de estos días, sus previsiones, ensayos, simulaciones, teorizaciones, diosmetrías, profecías, etc., pudieran alcanzar para inscribirse en los registros del futuro inmediato (un par de años más, como mínimo), que sería el tiempo más o menos racional para tratar de arribar a algún acuerdo, armisticio, contrato comercial de paz antes de que algún nuevo y más virulento proceso que la viruela española ataque este estadio de relativo entretenimiento que vive el mundo, guerreándose, básicamente en pleitos por las competencias sobre cuotas de mercados demandados por los servicios tecnológicos, la multiplicación de la natalidad humana, las amenazas pandémicas de la guerra, así como las constantes perturbaciones generadas por la naturaleza competitiva del animal humano.

El ejercicio que sin descanso, ha de suponerse, ensayan, miden y prueban los más exigentes y poderosos ordenadores cibernéticos, acelerados al máximo con la disposición de utilizar todo su poder en favor de La Guerra, debe mantenerse ardiendo, candente, buscando definir con la máxima certeza el proyecto de guerra que se desarrolla en el mundo.

Nosotros, los Ua, ua, ua... que en las redes cibernéticas nos deleitamos imaginando, especulando y adivinando razones y soluciones sobre la guerra, nos queda o nos toca solo pensar, soñar, especular y elevar oraciones hacia el cielo para pedir, rogar, soñar la paz que nos permita tararear bachatas a los nietos, contarles nuestras exageradas presunciones de luchadores y dioses triunfadores.

Hoy se escuchaba una voz en la que se debatían y se ufanaban unos colegas, enorgullecidos de haberse entregado en cuerpo y alma a la organización de "La Marcha Verde", mientras otro colega, igualmente apreciado, concretamente muy moralizado, denunciaba la misma gestión política como un acto de sedición conspirativa, reaccionaria, mercantil y perversa. La Guerra, ejercicio de una cosmovisión arraigada, sistematizada, bendecida y moralizada como hecho del deber, del bien humano.

La Guerra es La Guerra. Dominicanos migrantes viajamos a América del Norte, Europa, América del Sur, por decenas de millares, año tras año. Odiamos y maldecimos la llegada de más migrantes, tanto la llegada de nuevos migrantes a los mismos países donde nos toca llegar como los migrantes que llegan a nuestro país a reemplazarnos y ponerse al servicio que suple nuestras ausencias. Pero, La Guerra es La Guerra, subsistir, vencer, desplazar y eliminar al contrario, al opuesto, es la guerra. Hemos de comprenderlo, hemos de saberlo, La Guerra no admite suposiciones, vencer es La Guerra.   

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