DECIMA Y SONETILLO

Carne magullada, herido el costado


Habla de amor desde su alma el poeta

Nunca hiere el filo de su tesis

Ni es su pecho resguardo para némesis 

Divina es la suya, pasión de la saeta

Trae su dolor que al corazón le agrieta

Escarnecido, su grito es valiente

Enjuiciado, la culpa es inminente

Condenado a vivir por sus fracasos

Con las orcas del Mar de los Zargazos

Sin barcas, luceros ni de luces fuente.

VIVIR AL TOPE.

Un poeta nos habla del amor.

Lo define en antítesis hiriente:

“un cobarde con nombre de valiente”

disfrazando con risas el dolor.

.

Con ropaje de triunfo verdadero

veo al ego vistiendo tus fracasos

Es tritón que te lleva a los sargazos

entonando su canto lisonjero.

.

No lo escuches. No sigas su cantar.

Leva el ancla en tu barco peregrino.

Eres tú quien defines tu destino.

.

El buen viento y tormenta, marinero

alternan su vaivén bajo el lucero

mientras guías tu barca sobre el mar.