Desde hace unos treinta años he venido jugando fantásticamente con lo de la expresión "efecto transistor", presumiendo de establecer un paralelismo aplicable entre la Economía del Estado y el comportamiento electrónico de las válbulas de emisión iónica, las que a partir del cierre de un circuito, eléctrico, este genera un efecto de emisión de una corriente muchísimo mayor que se mueve hacia un tercer elemento al estimular un nuevo chorro electrónico.
Este efecto obliga que el disparo actúe casi como explosión que, sin embargo, matemáticamente puede ser sometido a controles, En mis intentos de acudir a una formula ajustada que hiciera predecible estos efectos aplicados a la Economìa del Estado y la Ecomìa Global, caì en la dicharacherìa de pretender ajustar alguna fòrmula secilla que relacionara un pequeño efecto con una consecuencia contolada y predecible, ajustada a partir de índices experimentales pero bajo el mismo algorítmo siempre aplicable. Así arrivé, dicharachero y vanidoso, a la pretendida aplicación de esta relación: Y exp X = X exp Y, para la cual era preciso hallar una interpretación que luciera igualmente sencilla. alcancé a reducir la solución en un par de líneas, al estilo minimalista decimero repentista y dicharachero.
Muchos intentos por construir un modelo firme han recibido la oportuna oposición de las negligencias asentadas en otras dicharacherías más divertidas y livianas, como las de jugar a inventar barrabasadas polítiqueras, literarias y otros artificios médicos liberadores de tensiones entre los mandatos del gerente general del sistema anatómico y sus operadores herrumbrosos, obsolescentes. Lo cierto, sin embargo, es que no puedo evitar la idea de relacionar los comportamientos de los fenómenos económicos, que a través de la historia, vienen mostrando como un efecto menor, aparentemente insignificante, puede provocar una crisis local, regional o mundial en los procesos económicos.
Dada la relación que entre variables parecen mantener un balance equilibrado entre un lado de la ecuación y el otro, dicharacheo estimando que esta relación puede prevenir y ajustar esas explosiones. Pensemos en el siguiente caso: El ajustado número de pasadores de mezclas, de pronto se ve afectado ante la ausencia del pasador de turno, el ingeniero de la obra sale a buscar uno, pero el número tan ajustado que rige en el mercado, le dificulta el proceso y decide ofrecerle un mejor pago a uno que labora en la obra cercana de otro ingeniero.
Logra llevárselo, desestabiliza la otra obra y provoca la misma urgencia de captación de un nuevo pasa mezcla, el pasa mezclas nuevo llega con mejor salario, desestabiliza la conformidad de los demás operadores, la obra se ralentiza, el ingeniero decide resolver la inconformidad, eleva el jornal de todos los operadores de la construcción. La información se generaliza en la industria de la construcción. Suben los costos financieros, suben los costos de la adquisición de los apartamentos, se ralentiza la venta de los mismos. El efecto se replica en miles de obras.
La economía de la industria de la construcción arrastra muchísima actividad comercial. Por el otro lado, es harto sabido que la demanda de aumento salarial, se reduce en la medida que el exceso de oferta en la disponibilidad, hace más urgente la necesidad de contar con una ocupación que las urgencias por aumentos. Así controlan todos los países capitalistas, las demandas salariales por mano de obra, -incluyendo a Singapur-.
La sobreoferta de mano de obra, sometida esta al viejo dicho de la sabiduría imperial romana: "pan y circo", ha sido la fuente "inspiradora", que sustenta el capitalismo en cualquier parte del mundo capitalista y la responsable de la mgnifiscencia de las bellísimas capitales Europeas y de todo el mundo. Yo me atrevería a agregar una palabra más: "Esclavitud, pan y circo", al estilo Singapur. O nos vamos a "Las Escarpadas Cordilleras de Quisqueya" ?
Este efecto obliga que el disparo actúe casi como explosión que, sin embargo, matemáticamente puede ser sometido a controles, En mis intentos de acudir a una formula ajustada que hiciera predecible estos efectos aplicados a la Economìa del Estado y la Ecomìa Global, caì en la dicharacherìa de pretender ajustar alguna fòrmula secilla que relacionara un pequeño efecto con una consecuencia contolada y predecible, ajustada a partir de índices experimentales pero bajo el mismo algorítmo siempre aplicable. Así arrivé, dicharachero y vanidoso, a la pretendida aplicación de esta relación: Y exp X = X exp Y, para la cual era preciso hallar una interpretación que luciera igualmente sencilla. alcancé a reducir la solución en un par de líneas, al estilo minimalista decimero repentista y dicharachero.
Muchos intentos por construir un modelo firme han recibido la oportuna oposición de las negligencias asentadas en otras dicharacherías más divertidas y livianas, como las de jugar a inventar barrabasadas polítiqueras, literarias y otros artificios médicos liberadores de tensiones entre los mandatos del gerente general del sistema anatómico y sus operadores herrumbrosos, obsolescentes. Lo cierto, sin embargo, es que no puedo evitar la idea de relacionar los comportamientos de los fenómenos económicos, que a través de la historia, vienen mostrando como un efecto menor, aparentemente insignificante, puede provocar una crisis local, regional o mundial en los procesos económicos.
Dada la relación que entre variables parecen mantener un balance equilibrado entre un lado de la ecuación y el otro, dicharacheo estimando que esta relación puede prevenir y ajustar esas explosiones. Pensemos en el siguiente caso: El ajustado número de pasadores de mezclas, de pronto se ve afectado ante la ausencia del pasador de turno, el ingeniero de la obra sale a buscar uno, pero el número tan ajustado que rige en el mercado, le dificulta el proceso y decide ofrecerle un mejor pago a uno que labora en la obra cercana de otro ingeniero.
Logra llevárselo, desestabiliza la otra obra y provoca la misma urgencia de captación de un nuevo pasa mezcla, el pasa mezclas nuevo llega con mejor salario, desestabiliza la conformidad de los demás operadores, la obra se ralentiza, el ingeniero decide resolver la inconformidad, eleva el jornal de todos los operadores de la construcción. La información se generaliza en la industria de la construcción. Suben los costos financieros, suben los costos de la adquisición de los apartamentos, se ralentiza la venta de los mismos. El efecto se replica en miles de obras.
La economía de la industria de la construcción arrastra muchísima actividad comercial. Por el otro lado, es harto sabido que la demanda de aumento salarial, se reduce en la medida que el exceso de oferta en la disponibilidad, hace más urgente la necesidad de contar con una ocupación que las urgencias por aumentos. Así controlan todos los países capitalistas, las demandas salariales por mano de obra, -incluyendo a Singapur-.
La sobreoferta de mano de obra, sometida esta al viejo dicho de la sabiduría imperial romana: "pan y circo", ha sido la fuente "inspiradora", que sustenta el capitalismo en cualquier parte del mundo capitalista y la responsable de la mgnifiscencia de las bellísimas capitales Europeas y de todo el mundo. Yo me atrevería a agregar una palabra más: "Esclavitud, pan y circo", al estilo Singapur. O nos vamos a "Las Escarpadas Cordilleras de Quisqueya" ?
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