Concebir, diseñar, argumentar, finalmente, exponer y sustentar una Teoría del Estado Político. ha de resultar una tarea de concentración intelectual ardua, ingeniosa, inteligente, fundamentalmente inteligente, esforzadamente afilalada.
Es común que nos hallemos relacionados y hsta envueltos en desarrollar novedosos como antojados conceptos, unas veces improvisados como respuestas ante nuestras necesidades personales momentáneas, pasajeras, circunstanciales, sobre todo cargadas de sujetividades ideológicas, especialmente divinales.
Sin embargo, enfrentarse a la tarea filosóficamente concebida, meditada, analizada y estructurada como materia de responsabilidad social, puede resultar en una obligación moral densamente reservada a privilegiados personajes poseedores de capacidades para el discernimiento espacio.temporal, semejante al desarrollado por analistas matemáticos cultivados, profundos, ampliamente abiertos a la comprensión y manejo de conjuntos de variables asimilables, complejamente concebidas y armadas, como conjunto de tuercas ajustables de variados calibres y medidas.
Estudiar ciencias sociales y políticas, pudiera significar, vista la vaguedad comúnmente desparramada entre los actores del fanatismo mediático, popular, como un juego de entretenidos azares, no obstante, la verdad es que la complejidad social a la que responde cualquier conjunto, grupo, conglomerado social o población estadísticamente laborable como material de estudio, exige respuestas inteligentes y tan esforzadas, mental y emocionalmente, como mismo resultan las demandantes ecueciones matemáticas concebidas entre derivdas parciales y variables y múltiples variables, -referidos estos moldes por tratarse esta comunidad de elementos humanos dotados de sentimientos psicológicos hartos untados de estos ensalsados-, pero con la intencionada y singular llamada a considerar o tener pendiente, siempre que nos toque pensar, opinar o intervenir en los debatidos temas sobre la conducta administrativa de El Estado, cuales son los conceptos, intereses y metas que definen la responsabilidad de determinados sistemas de administración estatal.
Pensadores agudos, esforzados, inteligentes y harto bien formados como Karl Marx, Stalin, Adolfo Hitler, Nicolás Maquiavelo, Tomás Ho Chi Min, Moro, Moro, Hegel, Engel, Friederecch Nietzsche, Mao Tse Dong, Winston Churchil, Mahatma Gani, Mahoma, Mandela, Juan Bosch, etc...meditaron, profundizaron y concibieron sus proyetos, los pensaron y se esforzaronen poner en práctica sus proyectos mentales bajo entregas concentradas, firmemente abrazadas y desarrolladas. Ideales concebidos y sentidos como parte de un pensamiento vital, religiosamente cultivado como fundamento de un pensamiento que llegó a ser parte de sus vidas corporales y emocionales, constituyen la marca moral, etica e intelectual sobre la que hemos de proyectar nuestros sentidos vitales, filosóficos, naturales, capaces de justificarnos como seres huanos existentes.
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