Si el juego competitivo operado entre imprescindibilidad de la utilización de las propiedades de las nombradas "tierras raras", (cuya escasa abundancia tampoco es que turbe tanto para asustar y sea que sea necesario salir de emergencia a explotar las fuentes marcianas ), termina revaluando insistentemente las propiedades de nobleza química y buena conducción que adornan las virtudes del oro, lo cierto, -ciertísimo-, será, que la prevista importancia geo-política y comercial de la Isla de Santo Domingo, que está constituída por una montañosa veta de oro, más pronto de lo previsto en los proyectos competitivos, históricos, entre ingleses-americanos, españoles, franceses, harán casi estallar esta estación del capitalismo mundial, a niveles competitivos superando las aspiraciones de los singapuros, pero, han de comprender, que no se podrá escindir el proyecto. Reitéroles que la zona portuaria se extenderá desde Punta Cana hasta Cabo de San Nicolás y Dama Marie Moron. Cabrán todos, se beneficiarán todos y todos nosotros veremos su celebraciones de múltiples colores, muy intensos, -sobre todo pañuelos rojos-, y banderas afrancesadas (como la bordada por María Trinidad Sánchez y Concepción Bona), de extremo a extremo, desde nuestro azul cielo, al lado bueno de Dios.
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