Hace algunos días hice referencia escrita al mote de "Ladronazo", que en nuestro vocabulario mediático, los comentaristas y expositores menos agudos y más emocionales, los que suelen expresar frustraciones propias con mayor entusiasmo neural, tienden a aprovechar sus oportunidades profesionales para expresar esos desahogos, logran, al final, no más que relajar, rebajar, desgastar el poder y valor de la connontación literal del término. Se da el caso, de que, al haberse puesto de moda el desahogo que como consecuencia de la apertura post-trujillista, ahora, sumados los desbocados frecuentes del presente presidente de Estados Unidos de América, así como los acomodamientos y orientados y ofrecidos por la gestión presidencial dirigidos a ponerse a tono contra algunos dirigentes internacionales latinoamericanos, ya, hasta presentadores televisivos, radiales, youtuberos criollos, han pasado al uso de términos como "criminales asesinos", aplicado a personajes políticos desafectos, sin que se les empache la boca ni se les revuelva la saliva a quien lo aplica, sea referido al cura, al pastor, al presidente, etc.Ni decir de si quien expresa el desahogo es algún exiliado desafecto a los regímenes, contestatarios, mal vistos por Estados Unidos. El relajamiento de esos desahogos, solo alcanzan mostrar los niveles emocionales de las frustraciones a vista cierta.
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