sábado, 1 de marzo de 2025
MARRAMUCIAS DEL CAPITALISMO
Los tratos humanos, lo mismo que lo son las distintas formas inteligenciadas por la naturaleza en sus esfuerzos por generar estrategias competidoras, propias del evolucionismo natural, son sigficados sabiamente como definiciones establecidas como gestos, reglas y leyes morales, sociales y jurídicamente formales.
Sin embargo, igualmente, en la realidad, los Estados Nacionales, se sienten compelidos u obligados a establecer los sistemas judiciales formales, es decir "El Estado Jurídico", como parte del control necesario que valga para asegurar los propósitos y aspiraciones de la sociedad misma, puesto que la intencionalidad humana es típicamente, inducida a tratar de saltar esos acuerdos fijados formalmente, dados esos afanes naturales por superar mediante saltos que superan los acuerdos jurados, valiéndose de "Marramucias", pseudolegales.
Muchas veces son tan superadas en inteligencias, que están por encima de las estrategias de los controles establecidos, ya sea por agentes externos a la administración de El Estado o, por el contrario, valiéndose, precisamente, de las debilidades descubiertas o creadas desde el mismo Estado.
Una de esas "Marramucias", procuradas desde el mismo Estado, con el fin velado de defraudarlo de las que suele valerse el Capitalismo, es la de convertir en riquezas económicas la promiscuidad comunicacional a través de los servicios promocionales desde los medios de comunicación.Esas marramucias del Capitalismo, en cualquier sociedad moderna implica la adquisición de empresas de medios comunicacionales, a través de los que una inmensidad de comunicadores son cooptados y convertidos en cremalleras indirectas de esa producción empresarial, que, de paso, se retroalimenta facilitando la promoción de los intereses ideológicos de los confiables inversores, los que, en muchos casos, apenas se preocupan de este aspecto, siendo que el interés fundamental está en la inversión ventajosa del Capital.
Otra de las "marramucias capitalistas" se suele dar con frecuencia y muy desde lo alto del sistema capitalista, se da al legalizar, a partirr de todas las formalidades previstas por el sistema, elevando hasta la mas altas instancia privadas y públicas, la introducción, fijación o asentamiento mediático de intereses que luego pasan a ser convertidos en "Ley del Estado". Es así, mediante estas "marramucias", los Estados, es decir, los intereses populares más auténticos, se convierten en "hcechos morales", propios del Ordenamiento Social.
Así es como a través del mundo, esas marramucias del Capitalismo, finalmente, convienen y convierten en "sano" interés público, el comportamiento de medios de comunicación, comunicadores y comunicados, en ingenuas víctimas de las "Marramucias" del Capitalismo.
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