Encaminarse obsesivamente hacia la negación de las maravillosas capacidades consecuentemente deducidas del encadenamiento matemático-fisico-quimico del proceso evolucionista que lleva a entender con tan suma elegancia la divinal virtud de la biología, tras la que se detallan tan prístinamente esos procesos que llegan hasta la aparición de la inteligencia humana, esta que sigue, infaliblemente su curso de desarrollo como hilo de la perfección soñada, imaginada, concebida, justamente, como divinal, constituye un auténtico "desprovecho", que los descreídos del paradigma cientificista, cambian por un modo de "Creacionismo Entorpecido", sobre el que cargan sus dudas, negándoles, precisamente, a sus propias convicciones sobre la existencia de un proceso creador inteligente, capaz de diseñar esa ruta de inteligencia evolucionista, que tanto se ajusta a "al chele", con la visión de una presencia inteligente, a la que bien pudieran atribuirle esa brillante forma que hacer las cosas siguiendo ese perfeccionismo propio de las exactitudes imaginadas por el sistema de retroalimentación que impulsa los sentires humanos. Ese "desprovecho", pienso, que pronto será asimilado, si no es que ya otros lo habrán tratado de explicar (pues, francamente, no pienso que a todos los concernidos se les haya pasado por debajo de la mesa), me luce esta idea tan felizmente ajustada, que, imagino que alcanzará hasta para enganchar al propio dominico-ateísmo de los dominicanos proclamadores de la "Teoría del Origen Obligado y Necesario" del "diogenismo" de Quilvio Vázquez. Creo, sinceramente, que este completa manera de entregarle esa antorcha luminosa a la Creación, alcanza hasta para cubrir las ondulaciones cristiano-cuánticas de la poderosa Teoría de la Espirituacción y Transustanciación Eucarística del Transmodernismo Cuántico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario