No hemos de pretender de ser practicantes, -mucho menos expertos practicantes-, en las artes de la adivinación o la prestigitación, sin embargo, si acumulamos edad endiablada bajo las candentes radiaciones de las guerras políticas. Alumno de la sin par cátedra política de Don Hatuey de Camps, -nunca pretendido de ser yo mismo visionario parecido al maestro-, y habiendo cursado con buen provecho académico, el capítulo de " Resolución de Ecuaciones Diferenciales en Derivadas Parciales a Partir de Integrales por Partes y Variables Complejas ", ante mis amigos de esta trascendente organización de puertas abiertas a la formación y difusión de la civilidad política moderna " + Democracia ", he dado en llamar la atención a modo de proyectiva prevención, sobre una serie de hechos políticos cuyos valores dinámicos se proyectan con pendiente variable y ascendente que apuntan invariablemente hacia el golpismo mediático. Una sumatoria de ligeros detalles con valores de aparente menor cuantía han comenzado a deslizarse con impulsos ascendentes a través de cualquier orden administrativo del mismo Estado, lo mismo que desde tres mil organizaciones nucleadas. La fragilidad del sostenimiento económico permanente que mueve el creciente desarrollo social dominicano, es altamente vulnerable sobre todo porque dependiente de fuerzas externas que en cualquier momento pueden volverse hostiles. Tanto la actividad industrial que gira en torno al turismo, la manufactura de Zonas Francas, así como los beneficios de nuestra propia migración remesadora como los ingresos por explotaciones minera y agrícola resultan demasiado comprometidos a la voluntad de un mismo poder externo. Es tiempo de reflexiones y de posiciones. Estamos en Guerra por la supervivencia misma de La Nación. Quizás debamos pensar y preparar nuestros hijos desde ya en que habremos de vivir una nueva Restauración de la Independencia.
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