Como cascada mansa fluyen los versos, así como el río que atrapa, arropa y penetra en el cuerpo. Me dejé llevar por las palabras y sin saber llegué al mar besado por tu décima.
Mi afecto sincero desde el trópico antillano con un saludo caluroso.
Por más que a la madrugada
Por más que a la madrugada
Profundo Braulio le llegue
A cantarle ese merengue
A nuestra Felicia, el hada
De esta feliz embajada
Del decimario criollo
Del decimario criollo
Le cuento que a ese pimpollo
Que más le cante, no hay dos
Pregúnteselo usted a Dios
Es la flor de nuestro arroyo
Tu le escribes muy galante
Buscando ponerte en filas
A mansa cascada estilas
Buscando ponerte alante
Como yo no hay quien le cante
Ya está atrapada en el rio
Ya está atrapada en el rio
Recorrido del bohío
Que penetra todo el cuerpo
Donde yo, si a penas quepo
Por descompuesto y gandío
Se impresinan, los sensibles
Se impresinan, los sensibles
Que son a luz de las letras
Maestras de las maestras
Superior entre otras miles
Buenas pero no tan diestras
Besan al mar y a las olas
Todos hacemos las colas
Para no perder lo trazos
Que van marcando sus pasos
Signos de nobles estolas.
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