Ruego mis excusas a Andrew Cuevas, por esta atención tardía, pues no me había enterado de su atenta alusión a mi nombre, así que trato ahora de atender su sugerente pregunta:
" Sobre qué se mantiene sostenida la tierra ??? Julio Ramírez"
Bien, pues, Andrew, no tengo constancia de que La Tierra se mantenga sostenida, como tampoco tengo constancia que pueda esgrimir yo, sobre la existencia o no existencia de Jesús. No tengo presente a que nota que pueda haber dejado yo.busca referirse la cortés y bien recibida alusion. De todos modos merece mi atención asi que aprovecho para decir en primier lugar, que la existencia o no existencia de un Jesús bíblico, material, de carnes huesos paridos por una mujer, me resulta irrelevante, si fue o no fue real su existencia. Lo que si me parece relevante es que las atribuciones que se le hacen al real o supuesto hombre de La Biblia, al tenor de mi cultura social, me parece que cumplen con los signos de la convivencia humana mejor administrada, mejor llevada en función del rendimiento social. Signos sociales atribuidos a sus conductas y enseñanzas como el "perdón de las ofensas", "amor a los padres y al prójimo", el respeto a la vida, la exaltación al conocimiento, a la salud del cuerpo, así como otras conductas prácticas que tienden a promover el ordenamiento de la vida en sociedad, tienden a la construcción o afirmación de una moral compatible con los signos de un proceso de evolución biológica compatible con el perfeccionamiento de ese hecho material que es la vida humana y del que no pretendo sustraerme, al seguir, precisamente, el ritmo de los ritos lógicos del sistema biológico al que me corresponde materialmente vivivir como ser humano, consciente, eso sí, de que en este instante la materia que me constituye, se mueve y translada como lo hace constantemente, mediante procesos fisicos y químicos como los de la respiración, la digestión, la generación e intercambio de energía, las radiaciones, etc....Materialmente soy este cuerpo, este cerebro, este pensamiento, en el próximo instante mi comoposición material, bioquímica, no es ya la misma. Simplemente soy un objeto material fisico-químico-biológico dinámico, materia constantemente intercambiada con su medio, aire, oxígeno, bióxido de carbono, agua y demás elementos propios. La Tierra, Andrew, no pasa de ser eso, no cuelga de ningún sistema, no se mantiene gracias a nada, simplemente forma parte, como mismo lo hace mi cuerpo, del Cosmos Universal. Tierra, aire, cuerpos, pensamientos, glaxias, dioses, etc...constituyen esta naturaleza infinita, ilimitada, eterna, continua sin más origen ni fin que su existencia misma. Lo demás es utopía, superstición, religiosidad y negación de la realidad. Agradezco el gesto cuidadoso, sensato y arreglado con el que se dirigió Andrew a mi nombre, como al estilo en un Braulio Rodriguez.
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