Concebir una organización elemental como la idea de una pareja de la que parte la sociedad familiar primaria, que al multiplicarse se expande y genera demandas de arreglos especializados, capaces de establecerse y sobrevivir bajo la dinámica de un equilibrio ajustado a los requerimientos lógicos que han de garantizar la existencia de forma permantente y creciente de la sociedad iniciada, suele ser tarea de mentes excepcionales, inteligentes, paternales y poderosas.
El esfuerzo único de un pensador excepcional puede ser superado, por lo general, a partir de una suma de esfuerzos, tal que se alcance a desarrollar y aprovechar la multiplicación sinérgica de la entrega colectiva de esfuerzos del pensamiento.
Concebir, así mismo, un Estado, a partir de la formación de un minúsculo núcleo practicamente familiar, se constituyó en el marco original para el desarrollo de la familia político-social que se propuso lograr, por ejemplo, Juan Bosch, al proponerse cultivar una sociedad partidaria que implicara el fomento de una clase política delineada bajo los paramentos morales y educativos concebidos en su Proyecto de Estado, idealizado a la imagen y semejanza de sus ideas.
Proyectar en función de desarrollar la organización de un Estado es tarea que implica dominar una inteligencia densa, equilibrada y concentrada en la meta de alcanzar a crear un cuerpo funcional y relacionado completamente con el objeto social que lo impulsa.
Ese objeto final puede significarse en un Estado inclinado hacia elevar una sociedad fundada en un aislamiento de seres merecidos de ser considerados superiores frente los entornos inmediatos, sea desde un mirador mistico-religioso, económico, guerrero, biológico, intelectual o de expandida diversidad sociocultural, en pleno equilibrio material frente a derechos, deberes y oportunidades.
Quzás el ejemplo ofrecido a partir de las ideas de Juan Bosch, valga para ser presentado como caso de estudio merecido de ser discutido como intento de definir un Estado fundado en convenciones de intereses múltiples en equilibrio.
En la actualidad, las luchas que se escenifican entre pretextos políticos, tras la conquista de la dirección del Estado Nacional, no se conocen, con excepción de los proyectos propuestos por el mismo Juan Bosch, ninguna propuesta o Proyecto de Estado, presentado como meta política a la Nación Dominicana.
El esfuerzo único de un pensador excepcional puede ser superado, por lo general, a partir de una suma de esfuerzos, tal que se alcance a desarrollar y aprovechar la multiplicación sinérgica de la entrega colectiva de esfuerzos del pensamiento.
Concebir, así mismo, un Estado, a partir de la formación de un minúsculo núcleo practicamente familiar, se constituyó en el marco original para el desarrollo de la familia político-social que se propuso lograr, por ejemplo, Juan Bosch, al proponerse cultivar una sociedad partidaria que implicara el fomento de una clase política delineada bajo los paramentos morales y educativos concebidos en su Proyecto de Estado, idealizado a la imagen y semejanza de sus ideas.
Proyectar en función de desarrollar la organización de un Estado es tarea que implica dominar una inteligencia densa, equilibrada y concentrada en la meta de alcanzar a crear un cuerpo funcional y relacionado completamente con el objeto social que lo impulsa.
Ese objeto final puede significarse en un Estado inclinado hacia elevar una sociedad fundada en un aislamiento de seres merecidos de ser considerados superiores frente los entornos inmediatos, sea desde un mirador mistico-religioso, económico, guerrero, biológico, intelectual o de expandida diversidad sociocultural, en pleno equilibrio material frente a derechos, deberes y oportunidades.
Quzás el ejemplo ofrecido a partir de las ideas de Juan Bosch, valga para ser presentado como caso de estudio merecido de ser discutido como intento de definir un Estado fundado en convenciones de intereses múltiples en equilibrio.
En la actualidad, las luchas que se escenifican entre pretextos políticos, tras la conquista de la dirección del Estado Nacional, no se conocen, con excepción de los proyectos propuestos por el mismo Juan Bosch, ninguna propuesta o Proyecto de Estado, presentado como meta política a la Nación Dominicana.
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