martes, 8 de octubre de 2019

MEJOR QUE DICHARACHERÍAS: BARRABASADAS

Romper, roer, corromper o corroer los habitos originales del hacer comprometido con otros, es decir, roer, despedazar, romper con el deber asumido, convenido y jurado, es contrario al proyecto de la vida en sociedad y en paz. Corroer la institucionalidad de El Estado o Lo Establecido, corrompe el fruto del esfuerzo tradicional, histórico, colectivo. Esa destrucción de los finos hiladas de perfección, filigranas materiales de la biología, que adorna el poema social humano, es, sin embargo, solo uno más de los golpes programados como algoritmos activos en las competencias humanas por alcanzar los seres vivos su estado de supremacia sobre los contornos de los que es materia parcial. Estudiar, conocer y comprender sus orígenes, procesos, desarrollo histórico, conceptos vigentes y sus  actalizaciones permanentes, ha de mover el más profundo interés intelectual, deontológico y moral, en aquellos que buscan contribuir con sus ejercicios del saber a los ajustes y enderezados sociales. Anunciar, denunciar, gozar, elevarse el cuello y compararse, puede servir como diversión en un juego de competencia morbosa, que, más allá del gusto enzimático que propician los de burlas, poca cooperación ofrecen para hacer evolucionar esas conductas hacia estados de civilidad superiores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario