lunes, 14 de octubre de 2019

MORBO, CA STIGO Y VENGANZA

Las manifestaciones personales de los intelectuales del mundo, responden tanto a su formación cultural,  su inteligencia biológica, como a actitudes personales cultivadas bajo el sol de sus tradiciones familiares,  como es natural, a los intereses creados bajo el peso de las demandas de su evolución antropomorfa.

Los comportamientos contrapuestos a los arreglos sociales convenidos, constituyen motivos de corrección en cualquier sociedad humana conocida. El Castigo, físico o moral, es uno de los métodos mejor valorados y universalmente aplicados. Las respuestas humanas  estas medidas, suelen generar sentimientos colectivos que son expresado de distintas formas.

Unos corresponden a un dolor social colectivo que puede significar una pena masiva que implica que toda la sociedad se siente afectada porque uno de las células de su cuerpo social sufrido alguna desviación, otra expresión puede significar, en la misma masa o cuerpo colectivo, una satisfacción, motivo de celebración y gusto, por la exclusión de una célula o cuerpo que compite en el medio colectivo del espacio vital que todos comparten, una tercera expresión viene a resultar más sublime, es la de la catarsis experimentada por el intelectual, el ser superado que logra colocarse sobre los demás por medio de distintas escalas de valoración social, entonces lo baña ese sentido de complaciente seguridad de que su superioridad se enaltece y reafirma.

Las manifestaciones más repetidas son las escenificadas por las masas que celebran como hordas satisfechas, sedientas y hambrientas, que se exacerban al enterarse de que ha sido arrastrada a la playa un gigantesco cetaceo muerto o moribundo, del que ha de comer todo el conglomerado social con acceso a llegar hasta el festín. A veces suele surgir algún fornido aborigen quien mostrando su envergadura, su coraje y sus garras, decide hacer fuerzas de toda índole y se dispone a enderezar socialmente el orden de los mordiscos.

La catarsis del meditador, finalmente le permite acceder con cierta sabiduría biológica y social, superior, vulnerable pero apta para la sobrevivencia natural. La catarsis poética, idealista, acética, muchas veces induce a la superación biológica de la que parten muchos rasgos de evolutivos prevalescientes en las sociedades humanas. Otras veces no logran sobrevivir a estado de catarsis intelectual, poético y de inanición material al que se elevan sobre los cielos de la ingravidad total.

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