EL DIOS LIMITADO Y RENCOROSO

Quienes alcanzan imaginar un Dios excelso, paradigma de la perfección, el conocimiento y dominio absoluto del Universo, no deberían imaginar que a su vez, se comporte como un ser rencoroso, castigador, precisado de adoraciones, ruegos y sentimientos de guerrero vengador. Un Dios Creador del Cosmos y todas sus incidencias naturales, no ha de precisar de improvisar milagros. Toda su creación está fundada en la perfección, su omnisciencia y su presencia permanente en todo lugar y todo el tiempo. Nada se le ha escapado a la Creación, todo previsto, conocido y exacto. Así que Dios no ha de precisar de improvisados nuevos milagros ni adivinaciones. Imaginar un Dios cargado de derfectos como impostor de obligaciones, deseos, penitencias, conductas inapropiadas, defectos universales, es pensar con mentalidad estrechada, encogida, limitada  a la vez que se intenta estrechar, limitar y encoger las capacidades divinas, propias de sus previsiones y creatividad. Toda la Creación conoce y mantiene previsto todo el futuro, el presente y el pasado. Es enanismo mental imaginar un Dios limitado por vicios infelices como el odio, el rencor, los resentimientos y las  conductas sanguinarias anunciadas por quienes lo acusan de matar, ahogar y destruir su propia obra, aun peor hacen quienes le conceden a un supuesto competidor el poder para sabotear la obra Divina, perfecta, exacta e innecesaria de correcciones.