NADA ANTE NADA: POEMA SIN EDITAR

Los ríos hormonales hinchaban los surcos de tus caderas
Terminadas en desbocado desfiladero de húmedas arenas
Permeables a las pasiones ilimitadas de ciegas imágenes
Sobrecogidas en gestos de miradas sensuales tan tiernas,
Tan iguales a mis adolescencias derramadas en recuerdos
De algún beso encendido desde los botones de tus senos
Turgentes rosetas de gajos maduros, naranjas mandarinas
Dulces jugos prohibidos al instante des entonces presente
Mujer completada por la biología divina aun restringida
Por el libro desencotrado con nuestros días desesperados
Amor divinal de carne, deseos y espiritu de adivinanzas
Sobre los inciertos cuantificables de vientos contrarios
poema  de la  vida fuimos sin editar, nada ante nada.