Mia Fernanda, reconocida figura del universo farandulero dominicano, ha hecho publico el caracter masculino de sus órganos sexuales anatómicos, sin embargo, con cierta frecuencia aprovecha los juegos mediáticos propios del farandulerismo profesional junto al que ejercita la imagen de su quehacer mercadológico.
Ahora, bien, Se habría declarado como lesbiana, la socialmente transformada figura pública ? En principio, lo conocido como parte de sus declaraciones mediáticas regulares, se trata de un ser humano anatómicamente nacido con caracteres reconocidos como propios del "sexo masculino", sin embargo, ahora que desde su documentación legal autorizada y reconocida, ese carácter de sexualmente masculino, se modifica y, cuando menos legalmente, pasa a reconocerse como del sexo femenino.
Siendo este el caso, sus públicas y muy mediáticas referencias de sus andanzas románticas y sexuales con otras igualmente reconocidas damas, nos dan a conocer de sus adicción al lesbianismo. Viene a se su caso uno de esos comportamientos sociales, sexuales y psicológicos que identifican la compleja multiplicidad de "géneros", que hoy hacen de motivos para una extendida controversia mundial, pródiga en alusiones de caracteres religiosos.
La hoy reconocida figura con el nombre oficial de Mia Fernanda, suele sumar a sus andanzas, según sus propias publicaciones, su carácter de dama de compañía de supuestos señores reconocidos por sus noblezas sociales "masculinas", lo mismo que anuncia, -o denuncia-, sus logradas aventuras como lesbiana que hace de pareja sexual masculina, aprovechando igualmente, sus dotes anatómicos masculinos.
Esta compleja variedad de comportamientos, sirve de modelo para comprender la diversidad de casos que son anunciados como recocidos por distintas concepciones psicológicas, psiquiátricas, sociales y anatómicas.
Uno de los más complejos y curiosos casos, sería el de la pareja que luego de haber procereado varios hijos, aceptaron "sincerizarse" y ambos decidieron declarar sus preferencias por satisfacciones sexuales contrarias a las que habrían, vivido, es decir, ahora pasarían, de mutuo acuerdo, a intercambiar sus roles familiares, el padre por madre y viceversa.
Estas dicharacherías mal rectificadas, de escasa ortodoxia ingenieril, sin embargo, merecen ser refrescadas ante las imaginaciones más cerradas de pensadores malamente dados a las flexibilidades, elasticidades y resilencias sociales, intelectuales y sobre todo misticas y religiosas, tradicionalmente resistentes e inflexibles ante todo lo que no luzca como Dios manda, atribuyéndole al propio Dios un carácter de dictador inflexible ante las virtudes prodigiososas de su propia Creación.
Ahora, bien, Se habría declarado como lesbiana, la socialmente transformada figura pública ? En principio, lo conocido como parte de sus declaraciones mediáticas regulares, se trata de un ser humano anatómicamente nacido con caracteres reconocidos como propios del "sexo masculino", sin embargo, ahora que desde su documentación legal autorizada y reconocida, ese carácter de sexualmente masculino, se modifica y, cuando menos legalmente, pasa a reconocerse como del sexo femenino.
Siendo este el caso, sus públicas y muy mediáticas referencias de sus andanzas románticas y sexuales con otras igualmente reconocidas damas, nos dan a conocer de sus adicción al lesbianismo. Viene a se su caso uno de esos comportamientos sociales, sexuales y psicológicos que identifican la compleja multiplicidad de "géneros", que hoy hacen de motivos para una extendida controversia mundial, pródiga en alusiones de caracteres religiosos.
La hoy reconocida figura con el nombre oficial de Mia Fernanda, suele sumar a sus andanzas, según sus propias publicaciones, su carácter de dama de compañía de supuestos señores reconocidos por sus noblezas sociales "masculinas", lo mismo que anuncia, -o denuncia-, sus logradas aventuras como lesbiana que hace de pareja sexual masculina, aprovechando igualmente, sus dotes anatómicos masculinos.
Esta compleja variedad de comportamientos, sirve de modelo para comprender la diversidad de casos que son anunciados como recocidos por distintas concepciones psicológicas, psiquiátricas, sociales y anatómicas.
Uno de los más complejos y curiosos casos, sería el de la pareja que luego de haber procereado varios hijos, aceptaron "sincerizarse" y ambos decidieron declarar sus preferencias por satisfacciones sexuales contrarias a las que habrían, vivido, es decir, ahora pasarían, de mutuo acuerdo, a intercambiar sus roles familiares, el padre por madre y viceversa.
Estas dicharacherías mal rectificadas, de escasa ortodoxia ingenieril, sin embargo, merecen ser refrescadas ante las imaginaciones más cerradas de pensadores malamente dados a las flexibilidades, elasticidades y resilencias sociales, intelectuales y sobre todo misticas y religiosas, tradicionalmente resistentes e inflexibles ante todo lo que no luzca como Dios manda, atribuyéndole al propio Dios un carácter de dictador inflexible ante las virtudes prodigiososas de su propia Creación.
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