sábado, 27 de julio de 2019

TRINIDAD CONQUISTADORA DE LA LUNA

Desde el imaginado surgimiento de los arreglos moleculares de los que partiría la inteligencia biológica humana, la necesidad de inclinar su desarrollo en el sentido de alcanzar metas nuevas y perfectibles, cada avance en el conocimiento y el dominio de la materia, cada alzamiento estimula el sentimiento de orgullo y poder en la humanidad toda. Si Buda, Noé, Gilgamesh, Abraham, Moisés, Jesús el Cristo,  hubieron de existir como seres reales, no importa tanto a la calidad del desarrollo de la humanidad, como importan y contribuyen los mensajes y lecciones que sus historias aportan a la historia del perfeccionamiento social de la humanidad. El orgullo y estímulo que ha la ciencia y a los estudiantes de ciencia, les sirven y bien ha servido el alzamiento de ese poder humano de llegar, intuito persona, nada menos que hasta la romántica Luna, nos ha dejado un sabor de poderosos, reales, algo divinificados seres. Nosotros los harto presumidos de "científicos", alumnos y aspirantes a dioses, fuimos y somos de los primeros que nos sentimos halagados, involucrados y orgullosos convencidos de que somos parte de esa comunidad humana conquistadora de los astros, puestos a nuestros pies y voluntades. Si los tres carajos esos, llegaron o no llegaro, pisaron o no pisaron los polvos lunares, resulta irrelevante frente al bien que generaron en favor del orgullo y coplacencia para la humanidad, como hoy provocan esas orgullosas historias fantásticas tan cuestionadas por los contrapuestos hisroriadores opuestos a los milagros. Creo en nuestros tres padres de la Conquista lunar, no tengo dudas de nuestro tres padres de la patria y hasta en la Santísima Trinidad Divina. Todas estas triadas en mucho han contribuido al orgullo, seguridad espiritual y estímulo a nuestros avances como humanidad. No se cuantas madres, Del Toro, contaban los muchachos en SPM, pero en mi pueblo si que nunca tuvimos dudas de los nombres y orden de mrecimientos de nuestras tres madres, en orden de honores: La Virgen de la Altagracia, Mama Julia y Doña Sofía.

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