martes, 18 de febrero de 2025

LA GUERRA ES LA GUERRA, XXIX

 

Es información desgastada, roída y carcomida por las trazas el hecho ciertísimo de que las luchas y competiciones protagonizadas y escenificadas bajo la cobertura de los instintos materiales asentados y definidos como efectos biológicos propios de la contextura, equilibrios y desequilibrios físico-quimicos propios del diseño y confección de los seres vivos, obedecen a la inevitable ririgidez de este mandato que nos compele, a todos los seres que se rigen bajo cualquier modo de vida, el que la meta sin tiempo es la enternización a fuerza de tenacidad, permanencia, perfeccionamientos, etc. 

Ser tenaz, no perecer, es acercarse a la permanencia, a la eternización divinal. La cultura de las necesidades vitales imponen la cultura de la guerra, La Guerra impone la cultura moral que decide sobre los bienes y los males determinados por la cultura de las necesidades de hacer la guerra. Urge la demanda por sobrevivir que impone los sistemas que llevan la guerra. La inteligencia natural del homo sapiens, se desarrolla para hacer la guerra. El hambre determinada por la biología para cumplir la esa urgencia por sobrevivir reclama los espacios y las estrategias por la dominación sobre los demás, lo que se logra a través de la guerra, hace imprescindible luchar por la retención y dominio de los espacios estratégicos que determinan las necesidades de la guerra. 

El hambre lleva a hacer la guerra.

La Ciencia del Conocimiento valida La Ciencia de hacer la guerra, porque la "La Guerra es la Guerra"

Así, con ese paramento mayor, lo consideramos como límite mínimo de nuestro objetivo, vivimos y, como tal hemos de comportarnos como lo destina nuestra materia biológica, con la emergencia por sobrevivir. Superarnos, entre nosotros mismos, comportarnos como lo dispone y rige el cerebro, implica elevarnos hacia lo que concebimos como alcance de la perfección, separarnos alejados de los demás,  subir, escalar la cumbre de lo infinito. La práctica nos inicia complaciendo, como secuencia que conduce a esos alcances, a sobrevivir, alimentarnos, alelantar, dominar. 

Ese es el impulso que conduce a la necesidad de guerrear, vencer, servirnos de los pies,  cuerpos y valencias generales de los demás, superarlos luego como en verdad nos lo previenen desde nuestros modelos biológicos mejor graficables: las competencias entre millones de espermatozoides que se lanzan a alcanzar un óvulo procurando alcanzar a fecundarlo, cuando bien se conoce que sólo uno ha de lograrlo. Así es la guerra. 

La Guerra es la Guerra. 

Millares de seres humanos han de caer en la lucha, Serán esgrimidos todos los subterfugios guerreros, teóricos, práctico, estadísticos, científicos, cada vez más perfectos y poderosos, Mi nota alcnzará solo hasta la idea de algún vulgar verso endemoniado, agrio y amargo a la vez,  para una escasa imaginación. 

Valdrá, sin embargo, para ayudar a entender como se beben los jugos de la hediondez política que no mide ni le interesa perder el tiempo midiendo ni contando puntajes entre discusiones sobre razones de guerra, entre naciones, regiones, paises, partidos políticos. familias, gallos, políticos, empresarios, deportistas, conductores sociales y religiosos. 

Presidentes, aspirantes a ser presidentes, dirigentes de bases, encumbrados directores, etc., se amenazan, se desafian a duelos de guerras de cualquier índole, se compran o venden como pólvoras y municiones de cañón. En fin cumplen sus roles biológicos, evolucionistas, se matan, estropean, descartan o invalidan unos a otros. Todos quedamos compelidos a desplazar a Dios, para superarlo. 

Todas las luchas por el poder primero deben iplicar las luchas por superar el hambre, la sed, la necesidad de sobrevivir, dominar espacios donde morar, donde existir, donde continuar, donde reproducirse, es decir, como eternizarse. Esa es y tiene que darse ese cumplimiento sobre el madato mayor: la obligación necesaria de existir. 

Así, por ello, se cumplen las complacidas urgencias por comer, reproducirse, ejercer poderes, dominar, ser reonocidos, ganar y conquistar espacios, controlar la producción de los víveres que, finalmente, garantizan el ascenso a la divinización. 


lunes, 17 de febrero de 2025

ILYA PRIGOGIN, CESAR ZAPATA Y " LAS ESTRUCTURAS DISIPATIVAS"

 


Ingenierizar el calor de reacción liberado por los fenómenos cuánticos propios de las dinámicas atómicas elecro-quimicas, tales como las reacciones entre la materia expresada en forma de moléculas y átomos, como es el caso del calor o Hentalpía de reacción como la llaman los ingenieros, en sus jergas especializadas,   liberado en forma de llamas ardientes durante la combustión de los productos orgánicos, así como el de las reacciones bioquímicas que sustentan los procesos de la vida en en todo el planeta Tierra, implica, genralmente demanda una serie de pasos a través de los que se consume tiempo, se implican gestos energéticos convertidos en foma de "Trabajo" y de este deciende entonces la variable real, imperial o monárquica, la respetable "Entropía", cuya expresión matemátizada, adorna la lapida de uno de los dioses de la física, el Premio Novel Don Gustav Víctor Rudolf Born (o Max Born). 

Sin embargo, hoy sigue machacando y jinchando como incordio, la difícil y ruda incapacidad ingenieril de pasar al aprovechamiento directo, de modo, la transformación comercialmente aceptable, del ese calor o Hentalpía de Reacción, al aprovechamiento en forma de "Trabajo", de esa forma de energía para convertirla en cantidad de movimiento, sin que intervenga la mediación de la variable "Entropía", felizmente expresada en forma matemática como Como "Cambio del Calor Respecto a la Temperatura". 

Esta elemental igualidad, sin embargo, implica tanto, en materia de Ciencias de la Termodinámica, que en la misma quedan atrapada o enredadas, la filosofía, el Cosmos, la Cantidad de Movimiento, la "Teoría de Los Cuantos", la "Teoría de la Relatividad", la Psicología, y, sobre todo el nuevo lío de "Las Estructucturas Disipativas", de las que se regozan el belga Ilya Prigoyin y en República Dominicana, el investigador Psicólogo, Prof. C. Augusto Zapata, el único a quien le he escuchado dirigirse en público, a la simpática denominación: "Las Estructuras Disipativas". 

 Desde Albertico Einstein alcanzó a merecer un Premio Nobel, al experimentar, formular, demostrar  y aplicar el "EFECTO FOTO-ELÉCTRICO", mucho se ha recorrido y se sigue recorriendo, tal que nada nos puede negar que vallamos caminando con pasos firmes y seguros hacia ese aprovechamiento que tan útil nos ha de resultar: la ingenierización comercial de la energía calofíca generada desde la combustión de hidrocarburos y demás fuentes de carbón facilmente convertible sin la necesidad de aplicar tantos y complejos pasos como los aplicados a través de turbinas y motores de combustión interna, tras cuyas transformaciones, las complejidades principescas de la " ineludible " entropía, siguen decidiendo sobre los bajos aprovechamientos al convertir la energía química en trabajo. 

Son estas complejidades a las que busca desmadejar en sus charlas los psicólogos.  Es esta la implicancia motivacional a la que se enfrentan las conversiones de muchos fenómenos biológicos, el altísimo rendimiento bioquímico-energético del vuelo de los pájaros migrantes, los insectos. Tendrán las nombradas Estructuras disipativas que dar y explicar su razones y mecanismos mediante los cuales parecen burlar, francamente, la fenomenología normal de las llamadas estructuras disipativas, aprendiendo a aprovechar al máximo el trabajo, sin desperdiciar absolutamente ni un mínimo del rendiminto universal.

   

sábado, 15 de febrero de 2025

LA GUERRA ES LA GUERRA. XXVIII


 La Guerra es la Guerra. Las luchas políticas desarrolladas en función de las competiciones en las que se procuran conquistas humanas por ejercer dominios divinizados sobre territorios, regiones, ideologías, derechos al poder conducir las ideas y pensamientos sobre otros, sobrevivir, eternizarse idealizado sobre esa meta de la divinización neurológicamente imaginada, etc. Así es la lucha que se desata en todos nuestros entornos cercanos, un po más lejano y todo lo lejano imaginable. 

En nuestro país, hoy, como en todos los tiempos registrados en nuestra historia humana, desde antes de los referentes que nos atañen y tocan tan materialmente, como han sido los incidentes propios del desarrollo del historial de la Conquista o Encuentro de Continentes no bien reconocidos entre los europeos, las pugnas y las impugnaciones políticas han sido referentes continuos durante todos los momentos pasibles de registros documentados. 

Hoy, un marullo más, otro tan folklórico como aquellos de los intercambios desarrollados entre indios españoles. Aquellos que culminaron con los apresamientos de líderes indígenas amarrados y llevados a España. 

Los discursos del Padre Las Casas, las matanzas escenificadas por Nicolás de Ovando, Las Devastaciones de Osorio, los itercambios o trasapasos de autoridad negociado entre España y Francia, las iportaciones de obreros africanos, las revueltas de indios y esclavos, las guerras de independencia de "La Parte Occidental de la Iisla Hispaniola", luego declarada como Estado Libre de Haití, la Independencia Efímera, la ocupación de la parte Este del Estado de Haití Oriental, la  "Separación e Independencia y De Los Pueblos de la la Parte Oriental de "La Isla Hispaniola", las guerras de "Restauración de la Independencia del  Estado Dominicano", lo tiempo de la  Montonera, los treinta años de los gobiernos dominados por Trujillo y por las intervenciones de los Estados Unidos de América, la Revuelta por la Reposición de la Constitución de Juan Bosch, el regreso de Joaquín Balaguer, etc... 

Hoy, nos toca este nuevo marullo o barullo, tras el que la guerra encabezada por los confusos escándalos propios de las luchas guerreras, tiran al acido charco de las revueltas políticas, a todo el mundo mediático, empacado como hojas de tabaco convertidas en andullos, sin miramientos, sin discriminaciones ni miramientos. La Guerra es la Guerra. Casi treinta títulos contamos desde que iniciamos estas presuntuosas observaciones, así intituladas: "La Guerra es la Guerra". 

Sin más ni más, no cuentan las aserciones morales, reglas piadosas, historias familiares, oraciones religiosas, convicciones espirituales, ideas misteriosas. Solo la biología neural y el diosismo confinado entre los intersticios bioquímico-electronicos de la materia interconectada como sistema biológico, será, quizás, capaz de desenrollar sus más profundas motivaciones, si acaso existieran, que muevan la materia que finalmente dispone los objetos de la guerra. "La Guerra es la Guerra". Nosotros, como los demás, so mos masa que alimentamos los objetos de "La Guerra". Ni buenos ni malos. Ni mejores ni peores.

 La Guerra es La Guerra. Migrantes, Periodístas, Políticos, Trump, Putin, Maduro, Miley, Abinader, todos estos condestables, tanto como yo, alimentamos la voracidad natural de la Evolución Biológica que define, simplemente, que "La Guerra es la Guerra" y así lo determinan, cuando menos, hasta este momento los empeños de la Evolución Biológica y sus afanes humanos por la retroalimentación correctiva.

lunes, 10 de febrero de 2025

LA CHARLA CON CÉSAR A. ZAPATA


Lo incierto, la falta de sociego, se sobreponía a la inseguridad que cosquilleaba entre los convocados a escuchar el novedoso contenido solicitado de modo consensuado y unánime entre los habituales feligreses que suelen congregarse en torno a la convocada tertulia que desde hace algunos años  Franklin, Amauri, Carlos Veloz, Diógenes, Quilvio, Líber, El Mgistrado...y otros habituales filosofómanos, religiosos de una multicolor tertulia que ultimamente halla hogar en una mesa tolerada en una area del magnifico, excepcional, comedor-cafetería  que se mantiene abierto como facilidad al servicio y  disposicion de su clientela, la reconocida tienda de multiplicidades domésticas de Origen cueco, conocida como IKEA. 

El tema solicitado, pedido  a ruegos: " Interpretación de Las Estructuras Disipativas Desde la Investigación en la Psicología, Una Introducción". 

Un tema que para la audiencia: psicólogos, físicos, abogados, empresarios, teólogos, ingenieros, médicos, politólogos, etc.la iquietud se volvía casi desesperada...

El charlista resultaría ser un más que experimentado catedrático, magnífico interprete, pedagogo que pudo soertear con tanta habilidad para hacer entender desde su propia formación la interpretación mejor acomodada y detallada, hasta lograr que el silencio  de asentimiento, hiciera estallar un aplauso no programado, mucho menos, que yo sepa, sin precedente, historia ni consentimiento previo, ni siquiera del establecimiento que facilita el espacio. 

Logró meter con "cucharita en la boca",   conceptos tan áridos, espinosos, rudos, retorcidos como "entropía en la comunicación"  "bifurcación", "trastornos" de personalidad,  aligerados hasta hacerlos fluir por los distintos cauces de las acepciones y presunciones de cada  manera de entender que los colores de las distintas formaciones profesionales, allí relucían.....

Magistral, intelecto el lucido por César A. Zapata, quien exhibió formidables manejos y dotes de investigador ajustado a la ortodoxia del método científico.

viernes, 7 de febrero de 2025

LA GUERRA ES LA GUERRA, XXVII


La Guerra es la Guerra, un recurso devenido de las competencias generadas por los impulsos del material del evolucionismo. 

Lo moral, los ordenamientos avenidos como parte de esos procesos biológicos, físicos, químico-termodinámicos que los científicos han dado en nombrar como "Entropía de los Procesos Naturales", referidos fundamentalmente a la dinámica de los cambios permanentes que son universalmente aceptados como lo último del esencialismo de la existencia natural, ha sido concebida y hasta diferencialmente medida, matematizada, y, en el caso de las disciplinas de los conocimientos  dedicados a caracterizar el esoterismo o espiritualismo, ha sido elevada hasta la divinización por encima del mismo entendimiento humano. 

Así, la moral de La Guerra, alcanza la cumbre del cumplimiento exaltable, cuando se alcanza a vencer, a superar a los demás por encima de cualquier otra interpretación concebida que se le oponga. 

La Guerra es la Guerra. 

El mundo terrenal, donde la especie humana, al entender del refereciado cerebro neuronal humano, evolucionar, perfeccionarse uno, es alcanzar a dejar atrás todo lo demás, incluidos todos los demás seres humanos, hacerse uno mismo dios único. 

Hoy, como en todos los tiempos servidos por la historia, la lucha, la competencia, el duelo mortal, el duelo moral, sigue ese patrón infalible que avala ese curso de la norma natural de la competencia evolucionista. Vencer es destruir, sobrepasar, alcanzar a ser el máximo, el dios. 

Todos los arreglos propios de La competencia evolucionista están compelidos a desatender ordenamientos que se les opongan a las destrucciones y superaciones evolucionistas. 

La Moral de la guerra es una: vencer, superar, sobrevivir, destruir a los competidores. 

Soñadores filosóficos resultamos los seres humanos atrapados en redes de sentimentalismos moralistas, contrapuestos a las rutas del evolucionismo. 

La Guerra es La Guerra. Materia es exaltación, en todo del universo geográfico, geopolítico, religioso, humano, biológico,  etc., donde La Guerra es La Guerra.

Todos los principios ideológicos cumplen con ese objeto definido, con ese orden material, orden de dominio absoluto sentido, propio del evolucionismo natural.

Cualquier arreglo social, concebido en función de los más pristinos intereses definidos sobre derechos y deberes sociales caben con exactitud infinitesimal en los reclamos acordados por los consensos de los dioses de ese evolucionsmo que sirve a las adaptaciones biológicas.

jueves, 6 de febrero de 2025

LA GUERRA ES LA GUERRA, XXVI

 

Cierto, ciertísimo es que la lucha competiva expresada a través de la guerra militar desarrollada entre estados  nacionales,  geografías regionales, conglomerados sociales ideológicos, tienden a delimitar como final, como último propósito, la lucha competitiva llamada a lograr, asegurar, necesidades biológicas demandadas como respuestas neurológicas básicas. 

En su última instancia de expresión, la solución de necsidades reclamadas por el sistema neuronal como requisitos imprescindibles para mantener estabilizados dinámicamente las funciones del estado biológico vital, incluida su imprescindible función de reproducción, que es la que garantiza, asegura la preservación de la especie biológica constituida en expresión fundamental de su existencia. 

Es de donde nace la urgencia por la preservación del estatus competitivo que dicta las órdenes de luchar por la sobrevivencia biológica de cada objetivo viviente, que se expresa luchando por existir, continuar la especie de la que se forma y se propone mantener esa continuación, superando y aprovechando cualquier recurso material válido ante esa urgencia que le demanda continuar su existencia, sobre todo, cuidando su propio proceso de reproducción. 

A partir de esta urgencia surgen los reclamos biológicos, neurológicos, por dejar atrás al otro, sin mirar hacia atrás, por medio de la destrucción, exterminación por cualquier medio de cualquier obstáculo que resulte contrapuesto a esa obligada urgencia de alcanzar esa superación constante hacia esa perfección ideal, divinizada en el subjeto que se lo propone, como perfección ilimitada. 

La interpretación que materialmente mueve este propósito, consiste en un sistema de respuesta biológica, neuroanatómica, fundada en procesos dinámicos de conversiones y aprovechamientos elecroquímicos capaces de asegurar esas fuentes energéticas que garantizan esos procesos electrodinámicos.

 Esas demandas biológicas son las mismas que determinan las acumulaciones y aprovechamientos de esos flujos de energía que han de asegurar las ganancias netas sobre esos afanes por la conservación, aumento y multiplicación de la vida. 

Pasos más adelante resultan los reclamos por triunfos relacionados con las capacidades para sobrevivir, destruir al otro, crecer y multiplicarse sobre los restos del otro. 

Así, la lucha es, lucha por la destrucción del otro, para crecer sobre los restos del otro. 

Para ello es necesario aprovechar la biología, las corrientes sanguíneas, la incorporación de los elementos que componen las estructuras físico-biológicas necesarias, estas que luego son interpretadas por el sistema cerebral como logro triunfo, satisfacción, reconocimiento,  felicidad, etc.

 La guerra militar genera todas las satisfacciones demandadas por estos reclamos. 

La Guerra es la Guerra. 

El deporte, la alimentación, el crecimiento biológico, la destrucción del otro, el dominio de los espacios ocupados por el otro, el poder sobre el otro, genera esa interpretación por cuenta del cerebro, de satisfacción, de felicidad, de trinfo sobre la lucha por la existencia. 

La oxidación que participa en la producción energética que alimenta las acciones del músculo, genera esas energias electroquímicas que alimentan los cambios celulares, aportando energía, que se traduce en satisfacción, en felicidad, según la interpretación neuronal como lo traduce el cerebro. 

La Guerra es la Guerra. 

Así, la lucha por los controles materiales, determinan todas las razones de la guerra. 

El dominio sobre la materia y sus convenciones y conversiones en valores materiales acumulados, constuituyen las urgencias de las Guerras. 

La Guerra es la Guerra por el control material de las satisfacciones biológicas. 

Esa, así es La Guerra:  una competencia por dominar el suministro de las necesidades biológicas del hombre que hace la guerra.

   

AMOR SIN DESPEDIDAS

 

Lienzos cosidos en el alma juto a sus pasiones, poemas y madrugadas

Tardigrados despiertos sobre los hilos adversos y otros resistidos tiempos

Retoñamos acontecidos como luminarias inagotadas, lámparas votivas

Encendidas por los inveterados dioses atestiguados de nuestros juramenteos 

Bien dichos, correspondidos por los infalibles sentidos de las últimas razones

Convenidas desde los confines y prevalencias del Cosmos sagrado de este amor

Libre de fisuras, reverenciado por la completitud de sus aguas siempre fescas

Rociadas por la excelsitud inconmovida de esta historia imbuída en sus verdades

Tiernamente religiosas, de flujos impedidos, amurallados, eternamente renovados.

Nuestros sentidos sensacionalmente conjugados, consciente ritual de temblores 

Frecuenciados a ritmos sincrónicos desde nuestras mismas almas divinizadas

Entronizadas en la congregación del placer y sus divinos sacramentos 

Revividos en carnes,  humores y correntías de sangre de calor y sangre

Amándonos al tenor de vientos navegables, a sol, crepúsculos y madrugadas.

Sin despedidas ni cierres, siempre convenidos a favor de nuestra fascinación.

                                                                                                                                                                                                                                          


 

lunes, 27 de enero de 2025

RITOS PARA EL ÚTIMO TERCIO

 

Retos y desafíos arreglados desde los divinizados alientos de nuetros prados naturales

Concernidas, atrapados y compelidas por un amor liberado de fricciones, sin desgastes 

Crecida montaña de corales multiplicados desde los abisales guetos sembrados de luces

Espirituales y materiales, feromonas y pensamientos disrumpidos por los  demonios de pasión

Convencida y encarnada en unos labios, una mirada, un gesto del homo sagrado inevitable 

Comisionado de los cielos estrellados para ilumiar la  infinita eternidad de tu belleza sin limites

Viva y libre de nudos, sin recodos, grumos ni cúmulos inciertos, resumida en la más pura razón

A gritos marciales declaro los desesperos de mis afanes, mis entregas militantes a salvar el tiempo

Sangre y respiro jurados al tercio último de mis batallas congregadas en mis sentidos convictos

Redimidos de una prisión abierta a las luces de unos signos grabados con diamantes en el alma 

Concedida de suertes y dichas, mas allá del Cosmos, más allá de las fuentes del Nirvana final.

viernes, 24 de enero de 2025

VERDADES Y RAZONES BIOQUÍMICAS

 Cierto, Ciertísimo es que la verdad biológica significa en los procesos que generan la existencia de los pensamientos, son partes del conjunto de pasos o etapas materialmente activas como fenómenos bioquímicos, reconocidos entre los estudiosos de las ciencias nombradas en lengua española como "ciencias químicas", por extensión semántica, más especificamente como "bioquímica". 

Los cambios activos mediante los cuales se desarrollan los fenomenos bioquímicos, pasan por cumplir una serie de ajustes apropiados como leyes derivadas del tiempo y del espacio, concebidos estos como esencia irreductible de la exsistencia cósmica hasta donde la mente humana, suscedánea universal del todo que alcanzamos a imaginar. 

La fenomenología en la que se asienta la bioquímica corporal que acomoda los equilibrios físico-químicos pasibles de ser estudiados, desmenuzados mediantes los números matemáticos, nos permiten ponerles nombre a las distintas propiedades o particularizaciones de esa serie fenomenológica que denominamos como "Equilibrios Bioquímicos". 

Este microresumen nos permite envolvernos en esa necesaria integralidad que nos guia a entender, mínimamente, los fenómenos mediante los cuales, esa activación eterna de los equilibrios químicos que dan origen a esas transformaciones o transformaciones energéticas que los estudiosos de las ciencias nombradas como dinámica de los equilibrios de las reacciones químicas, en los que se funda la dinámica de la concepcion de la materialidad vital humana. 

Esa materialidad vital, implica el aprovechamiento transformador de energías oxidativas  y reactivas en general, que alimentan los fenómenos neurológicos, digilazados, a partir de propiedades cuánticas. 

Sin necesidad de molestar la tranquilidad ocupacional divina, quedamos, entonces que sobre toda la materialidad natural, la bioquímica responde todas las preguntas que pueden ser necesarias al tratar de explicar o comprender las necesidades humanas de alimentar los animos cerebrales que rigen nuestros sentimientos políticos, religiosos, inteligentes, sus distorsiones, disparidades, afanes criminales, necesidades vitales mínimas y máximas, etc. 

La interpretación que siguen los cursos de las reacciones bioquímicas, tras los arreglos dominados por los antes citados equilibrios bioquímicos, su cursos o rutas orientadas por la cuasi divinal entropía de los equilibrios químicos moleculares, genéticos, definen las verdades y razones de nuestros comportamientos pasados, presentes y por venir. 

Cualquier sentido de interpretación, igual, contrapuesta o dudosa, no pasa, en última instancia de obedecer a cualquier fase de la interpretación que nuestra digitalización bioquímica, ajustada, -eso sí, porque sí-, a la hasta hoy, respetable estadística cuántica, esa que atormentó tanto la fe de Einstein, sin lograr definir su último "si".

TU OLOROSA PRESENCIA

 

Historia de una dicha difuminada en tenues aromas de rosales

Esta suerte bendecida desde los cielos por los dioses del amor inteso

Derramado sobre estos dos cerros  de pasiones y meandros sinfinitos 

Trazos de enfilados laberintos ungidos por  mieles y santos aguijones 

Poema exprimido de reverencias y destinos y  jurados compromisos

Indultados por la razón de nubes y lluvias acongojadas, incompletas, 

Tiempos de siega perturbados por tormentas persistidas por sombras

Estas aguadas recaidas en las memorias vivas en razones reclamantes

Aparecen en la pizarra de mis imágenes encarnadas por tu presencia

Claves sobrevenidas en los números de nuestras encarnaduras ciertas

Animarán la vida de nuestras intensiones materiales y sus espíritus

Poema hecho en verbo de una historia incesante certeza, correntía

 Correntía líquida sin cesar, arroyuelo romático de frescura celestial,

Mi paradógico mar de infinitos arenales siempre olorosos por tu presencia.

jueves, 23 de enero de 2025

EL PADRE JESÚS CASTRO Y LOS HIPÓCRITAS

 

El más influyente vocero y conductor destacado de la Congregación de La Fe Católica en República Dominicana, hoy, como mentor connontado de toda la mística sociedad judeo-cristiana desde la que proyecta y cubre con su cultira moral, practicamente la generalidad de la ciudadanía dominicana, se ha pronunciado, durante la celebración de la física  y protocolar tradición ceremonial dedicada a la advocación de la Virgen de la Altagracia, tenida por el publo dominicano como "Matrona de la Nación Dominicana", acto encabezado presencialmente por el Presidente de La República. 

Aprovechó la sin par y mediática ocasión para reclamarle a las autoridades de El Estado Dominicano, lo que, en palabras expresas del propio influyente conductor social, sería un comportamiento propio de "doble moral", el asumido por los dirigentes políticos nacionales, el exhibido comunmente, al condenar la presencia en el país, de la masiva asistencia de inmigrantes  que llegan a esta República Dominicana, a laborar en los distintos puestos de trabajo como obreros generadores de plusvalía, responsables, en grandísima medida del progresismo económico que se reconoce en todos los escenarios de estimaciones e inversiones del mundo financiero, del capitalismo local y el internacional. 

La "Doble Moral", referido así, con ese místico apodo social, trata de la mentira y el mentirosismo propio de los agentes intelectuales dominicanos que dedican sus esfuerzos mediáticos, moralísmicos, propios del aguajerismo político y el estupidismo intelectual, a renegar la correspondiente verdad, la insoslayable realidad que nos dan a conocer las cuentas numéricas, la contabilidad económica y social,  que fija esa realidad innegable de que es la mano de obra semiesclavizada, servida por la obrería haitiano-dominicana, la gran responsable, sobre cuyas espaldas, sudor y sangre. 

Es aquí donde descansa ese crecimiento disparado del sistema económico del que se nutre  ese crecimiento dominicano, ventajosamente aprovechado desde la obrería abundantemente ofrecida, gracias a la semiesclavitud a la que el capitalismo mundial ha sometido, sabiametnte, inteligentemente, desde el punto de vista de la lógica del capitalismo que se nutre imprescindiblemente, de la mano de obra, cuanto más desesperada más barata, como es, para todo el mundo, su base definidora de este sistema. 

Lo que ha publicado el obispo Jesús Castro, es solo un resumen puesto en un par de palabras inmensamente poderosas, unicas por tratarse de ese contenido que deja "en sus cueros", a sol de mediodía, cualquier otra definición del capitalismo y sus suscedanesos misticismos, sus embustes, aguajes y aguajeros.

miércoles, 22 de enero de 2025

LA GUERRA ES LA GUERRA, XXV

 

LA GUERRA es una expresión de competencia, una medida, uno más entre todos los argumentos diseñados como recursos acudidos desde los reinos de la naturaleza y su materia, dedidos a evolucionar hacia el desarrollo de comportamientos que entre los humanos concebimos como perfeccionamientos, avances beneficiosos, búsquedas, alcances y logros dirigidos hacia ese diosismo sublimizado a través de esas afanosas luchas por llegar hacia esa superación del máximo geométrico concebido en la imaginación humana. Así que LA GUERRA ES LA GUERRA. 

Un deporte más tras el que evolucionismo se propone metas celebradas, bajo los estímulos de esos cambios considerados como transformaciones evolucionistas "positivas", según las apreciaciones de nuestros sistemas neuro-bioquímicos, materialmente sensibles. 

El Capitalismo, como todos los demás sistemas de competencias y recopensas retroalimentadas, corresponden al mismo divertimento, los mismos estímulos propios de la bioquímica neurosistémica, activa, vitalista ( esta que responde a los sistemas de respuestas que se susceden como inducciones de la eterna actividad de la divinizada entropía termodinámica concebida, escrutada y deshilachada por la encendida mente sobrehumana, privilegiada por los dioses de la Termodinámica concedida a  Rudolph Classius).  

La Guerra, digan lo que digan, crean lo que crean, sepan lo que sepan, los mismos reyes de la Guerra, sus divinidades heroicas, sus triunfadores y perdedores, lo mismo que cualquier deporte, expresión de desarrollo y afán por la continuación y eternización de la vida, etc, consiste en un gesto, uno más servido dentro de los marcos de la competencia por desarrollarse, por alcanzar el perfeccionismo evolucionista, que obedece al sistema de organización material que en la etapa que cumplimos, le toca al particularismo que nos conforma. 

La Guerra es la Guerra, una hilacha de la materia natural que somos,  junto a nuestros dioses multiples, el Dios Único que manda sobre los subalternos menores, los moralmente buenos y los inmorales malos. La Guerra ls ganarán unos a  los que se les llamará triunfadores y la perderán otros, a los que se les llamará perdedores. 

Las agraciadas hormonas, enzimas y demás componentes de los flujos vitales dejarán sus memorias escritas en las historias de los tiempos, quizás sin enterarse ni contabilizar su ciclos ni balances. A pesar de todo, sin embargo, La Guerra es la Guerra. Pena me da, que, muchas veces ni siquiera logro enterarme con seguridad, de que lado de La Guerra se ha ubicado mi Dios Abrahámico, cazador de niños.

  

sábado, 18 de enero de 2025

INGENIERÍA ECONÓMICA DE LOS ESTADOS NACIONALES



La Ingeniería Económica aplicada a los Estados Nacionales implica unas demandas de integración de variables obligadas que suelen pesar tanto en las decisiones de Estado, tal que inclinan el balanceo de los equilibrios sociales hasta tornarse en acosos dolorosos sobre las cabezas de gobernantes y dirigentes políticos, sobre todo, cuando estos no alcanzan a desenmarañar y aislar con éxito ese complejo diagrama algorítmico en el que se torna la Ingeniería Económica atinente a las necesidades mínimas demandadas por la obrería generadora de los esfuerzos transables, acumulables, como valor de intercambio y aprovechamiento útil en favor de la organización misma de la dinámica social estatal.

Ese equilibrio buscado, reclamado en favor de la tranquilidad social, aseguradora de la satisfacción de las hambres biológicas, sanitarias y espirituales, en las que se incluyen las inevitables ventajas de los más poderosos en todos los términos reales, definen las guerras, las aspiraciones espirituales, sociales y materiales en general. Si las esperanzas generadas no alcanzan a cumplir con esas demandas, las masas se desarticulan, se insubordinan, se descompensan sus expectativas y sobrevienen las convulsiones sociales.

La magia ingenieril, consistente en lograr reparticiones capaces de mantener esos equilibrios que al fin den con la estabilidad deseada. Siempre, sin embargo, en nuestro ordenamiento político, universalmente dominante, la cuota del mantenimiento de los privilegios consignados al reinado imperial del sagrado Capital Monetario, como representación del poder militarmente capitalizado, difícilmente puede ser destronado, por tanto, en nuestro sistema vigente internacionalmente, siempre corresponderá a la obrería generadora de bienes y servicios, cargar el peso de cualquier arreglo, crisis o desencuentro contrario al equilibrio presupuestado.

Así que resulta utópico pretender que, en nuestro sistema actual, político, económico, social en general, no sea la obrería generadora de las riquezas del gran capital, nacional e internacional, quien cargue con cualquier reclamado desbalance económico del sistema.

Los costos crecientes provocados por guerras internacionales, propias de las competiciones económicas entre gigantes tecnológicos mundiales, sus guerras y sus rebotes locales sobre las economías de los patios traseros latinoamericanos y otras regiones, serán facturados sobre los músculos de la misma obrería siempre, a través de los mecanismos organizados para cumplir su misión, de modo más inteligente, efectivo y tenaz que los intelectos al servicio imperial mejor lo determinen.

Las crisis energéticas locales, dominicanas, los déficits sobre la salubridad nacional y demás huecos que se generarán sobre nuestra economía de Estado, deberán ser absorbidos del mismo modo, sobre las mismas fuerzas de la misma obrería, como lo manda el dios Capital. Apuéstelo y júrelo, que no queda de otra.

Economistas locales, doctores en Ingeniería Económica, planificadores de ministerios, decanos académicos universitarios, legisladores congresuales, etc., pueden programar apagones, castigar protestas, cortar suministros, inventar fórmulas financieras, dejar barrios oscuros, etc., pero la verdad, monda y lironda, es que siempre se cargará sobre el cuerpo de las restricciones a la fuerza laboral productiva, el peso de las cargas económicas demandadas por el Imperio del Capital y sus finanzas.

Resultan mentirosos, torpes y facilongos, los pronunciamientos de youtuberos, comentaristas mediáticos haraganes, que proponen soluciones del déficit del Estado cortando alambres de suministros energéticos sobre el consumo energético sobre el chin de energía consumido por barriadas de mal comidos que no consumen más de dos cheles de la energía generada. Dan más que vergüenza, pura pena, cuando mencionan esas mentiras que luego repiten muchos religiosos de las redes sociales, cuando la verdad es que son otras las cargas que provocan las grandes deficiencias que hacen difícil cubrir los compromisos contraídos, que finalmente, caerán sobre la misma obrería.

                         

viernes, 17 de enero de 2025

LA INEVITABLE REFORMA:

 

Involucrarse en conocer los entresijos desde los que derivan los efectos y aprovechamientos sociales, bajados hasta las necesidades económicas demandadas por las clases en las que se distribuyen las masas humanas, sus respuestas a las necesidades de existir, sobrevivir, desarrollarse exitosamente como lo prescriben los mandamientos de la sagrada Evolución de la Naturaleza, no es, desde el mirador intelectual ubicado en los llanos corrientes de nosotros: youtuberos, maestros de escuelas, reporteros rurales interactivos, pastoreadores de ermitas, santiguadores arrayanos, santeros de maní, etc., que somos quienes con regularidad diaria nos dedicamos a definir los encantos y entuertos políticos y económicos de donde sería posible extraer y definir con cierto racionalismo algún menjurje divino capaz de contribuir con el saneamiento de nuestra Economía de Estado.

No será útil jamás perder el tiempo vociferando gritos de desalientos moribundos, negándonos a nosotros mismos, denunciándonos, maldiciéndonos, rogándoles con ansias a nuestros esclavizadores que nos enseñen a rogar, a pedir perdón, a autolapidarnos en misión de arrepentimientos y expiación de culpas y lloraderas manifiestas mediante oraciones al estilo del "Confiteor Deo" (que bien completo lo retiene mi memoria de monaguillo clerical).

Quizás valga balbucear menos, pedir menos perdones, imaginar, pensar, intentar definir nuestros propios caminos sin tanto intentar propiciar allegamientos presumidos de denuncieros contrapuestos a nosotros mismos, confesados y arrepentidos de no haber nacido en alguna sociedad distinta, adoloridos de ser mulatos, mestizos y dominicanos, proponiéndose como renegados de su naturaleza decidida y acogida por los ritos de la determinada evolución... Continuaremos derivándonos sobre la naturaleza de la Reforma obligada.

Cierto, ciertísimo es, que como individuos nacidos, criados y formados como parte de este entorno social conducido bajo los pactos sociales de los arreglos administrados y políticamente legitimados como sociedad del capitalismo y la Democracia de Estado, estamos formados y quedamos obligados a aceptar sus imposiciones, en nombre de sus benevolencias morales concebidas, aceptadas para ser conducidas por el liderazgo materialmente consensuado bajo los mandatos representativos. Es así, de donde derivan, en consecuencia, las obligaciones de sustentar sobre nuestras espaldas y sudores, el peso de las cargas económicas dispuestas por esos arreglos consentidos, aprobados y santificados intelectualmente por los agentes correspondidos por el sistema aceptado.

El Capitalismo ha sido estructurado como base para las recaudaciones favorablemente inductoras de exaltaciones reales dirigidas al Monarca que lo es "El Capital", que lo administran y benefician, sus cortesanos, los capitalistas, que siguen y obedecen, de modo irrestricto a ese dios mayor, fundamentalmente intangible, al que todos quedamos obligados a adorar, basados en las reglas de sumisión absolutas, a esos dictados que reinan sobre las acumulaciones intelectuales, morales, noblezas, poderes y demás laudancias atribuibles a los idealismos diosantísimos.

No existen fórmulas naturales que, a vista cierta, eviten que se cargue al peso de la obrería productora de bienes y servicios económicamente transables, puedan evitar que las cargas de la economía impositiva, tanto del Estado que administra como de los principales sucedáneos del bien capitalista, no sean sustentados en la fuerza obrera, productora final.

Esto dicho, pregúnteselo a Dios y hasta a su sucedánea caricatura moderna, la IA. Estas reformas constituyen una variable infalible de las que conforma el algoritmo capitalista mediante el cual se sirven  los placeres del monarca y su cortesanía: El Capital.

martes, 14 de enero de 2025

LOS JUEGOS DEL CAPITALISMO

 

martes, 14 de enero de 2025

LOS JUEGOS DEL CAPITALISMO

Los juegos del capitalismo obedecen fielmente al evolucionismo biológico, marcado por los poderes del azar que conducen las determinaciones y aciertos de "prueba y error" retroalimentados, siempre a favor del evolucionismo, siempre como poder rector e impulsor, tanto de los fundamentos conceptuales que inspiran el desarrollo de los perfeccionismos o diosismos imaginados desde la cosmología espiritual como desde los virtuosismos espiritualistas.

La acumulación de calidades estimadas como propias de la virtuosidad benefactora que conduce hacia los perfeccionismos culturalizados como paradigmas sociales, en todos los órdenes de la vida como artes, metas deportivas, luchas y competencias, son demandadas por los reconocimientos a la superación infinita reclamada por los ritos de la evolución biológica y material.

El capitalismo lo significa como definición, como mandamiento religioso impulsado por ese reclamo a muerte, al insólito intercambio sobre la vida misma.

El capitalismo ejerce todos los métodos imaginables e inimaginables para demandar los alcances de la superioridad por encima de todos, unos contra otros, en cumplimiento y orden de esa superación perfeccionista: átomo contra átomo, electrón contra electrón, molécula contra molécula, un instante, una medida contra otra, tiene que alcanzar la superación.

Es el juego del paradigma de la imaginación humana.

El capitalismo lo representa, lo exige, es la definición de ultimidad. Alcanzar a ser El Dios, único, sobre todas las definiciones de la Perfección Divinizada. Así nos suponemos capaces, uno sobre el otro, la máxima superación.

El capitalismo nos lo demanda. Toda nuestra cultura está engrosada, integrada por esa demanda biologicista, definitivamente decidida como meta infinita de la Evolución.

El capitalismo intelectual, material y espiritual nos da sentido de existencia, más allá o como imagen del Superhombre de Friedrich Nietzsche, el Dios abrahámico, el Nirvana Orientalista, el Socialismo marxista-materialista y cualquier otro caso de superación imaginada.

El capitalismo condensa todas las metas de todos los idealismos humanos.

sábado, 11 de enero de 2025

LA GUERRA ES LA GUERRA...XXIII

 

La Guerra es La Guerra, los hechos consumados en ls Siria del Medio Oriente, bajo el amparo del poder guerrero, esgrimido por el ala militar dominante que se impone desde los tiempos de La Primera Guerra Mundial y su suscedánea, 

La Segunda Guerra Mundial, mantiene, aplica y domina los negocios de La Guerra, con tal autoridad y efectividad negociadora. tal que ha determinado permitir la extensión del mandato político que morigera los equilibrios de la geografía política sudamericana. 

Las corrientes que en avalanchas desbordadas drenan el capital intelectual y el capital social productivo en general que corrre en un solo sentido de nuestra geografía política, de la sociedad mercantil mundial, tiende a abaratar tanto la mano de obra que   hoy busca rellenar los huecos abiertos por los crecimientos mundiales del consumo inducido por los avances tecnológicos. 

Las cabezas tradicionales del poder guerrero propiciador y sustentador del orden social del capitalismo al que nos acoge, batalla, guerrea humanamente como lo manda su espíritu genético competitivo que induce su biología, inevitablemente bajo el impulso inevitable del perfeccionismo social, personal y colectivo que demandan todos los propósitos biológicos que definen nuestra naturaleza material y espiritual, fundamental. 

Los más sofisticados y avanzados métodos aplicados por el orden mundial, la monetarización que hace valer la acumulación de esfuerzos transables, acumulables, del capitalismo, arrebatan a través de las guerras cuando es necesario, reacomodar las urgencias económicas, mediante las luchas guerreras, que, por demás, estas cumplen así su función de promover esa competencia social y cultural que noa demanda ese perfeccionismo que impulsa nuestra naturaleza que nos llama a la infinita y absoluta divinización transitada por "la vuelta" de la evolución. 

lunes, 6 de enero de 2025

LAS IDEAS Y SUS IDEALES SON INCONTABLES, INCONMENSURABLES, INVALUABLES


Si bien, ciertísimo es que todas las ideologías concebidas desde el pensamiento y la inteligencia desarrolada por la material capacidad de los sistemas neuronales humanos, siguen y obedecen a la acumulación de datos que es una propiedad que entendemos  o imaginamos como intrínseca de la temporeidad de la existencia misma de la materia. 

Se nos hace inconcebible la materia sin el tiempo. La mermoria es tiempo, historia, existencia, tránsito, evolución ilimitada. 

El perfeccionismo es la historia de evolucionismo. 

El evolucionismo signa y determina los hechos culturales, sus motivaciones, sus bienes, sus paradigmas. 

Los paradigmas pueden imaginarse como cultura existencial. 

Nuestros pensamientos, -por lo menos hasta donde puedo llegar con los míos-, simplemente existen. 

Las ideologías y sus ideas, como casos particulares, límitadas como partículas atomizadas, serían infinitas, inmedibles, inconmensurables. 

Hombres vivos, dioses y demonios culturales, creadores del bien y del mal se asumen y consumen entre si, felizmente compatibilizados.

Filósofos, dioses, matemáticos y físicos son capaces de entenderse entre ellos. 

Nosotros, los humanos, nos entendemos entre nosotros mismos.