La filosofía y la Materia constituyen el conjunto instrumental, esencial sobre el que se permite elaborar el pensamiento humano. Las ideas talladas como las religiones, ordenamientos, lógicos y demás piezas del instrumental material, científico-social como los arribamientos materiales biológicos existenciales, la razón, la fe, la vida y demás atributos propios del pensamiento. se extienden en valores que innegablemente traducen los signos de la filosofía y la materia a lenguajes de la signología humana.
Las religiones, -responsables sin dudas, de la confección general de las escalas axiológicas o escalas de valores sociales reconocidos al amparo de todas las estaciones culturales de prácticamente todos los pinceles sociales del mundo humano-, cumplen una tarea de inconmensurable responsabilidad en el ordenamiento singularmente ajustado a las precisiones.de nuestras entregas humanas como cultura civilizada.
Las religiones, como ficha ideológica signótica, de la cultura humana, se constituyen, así en brazo fundamental del pensar subjetivo, deobligado ante la materia. Esta con la que se enfrasca en esa competencia sublime desde donde descienden los mismos pensamientos religiosos así como las ideas conminadas bajo la condescendencias materiales de las ciencias, inminentes cultivos de lo estrictamente material, profano, de corto alcance, insublime.
La ciencia no alcanza a tocar siquiera al mundo de lo religioso, a pesar de que sus principios suelen concluir en limitaciones de toda clase de incógnitas abreviadas. Deicidas dsesperados, frustrados y decepcionados no alcanzaron más que declararse imposibilitados mentales ante el abatimiento de ese par de desafíantes incongruencias, incógnitas, burlonas, simpáticas, de sutiles y asexuados giros románticos.
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