lunes, 1 de febrero de 2021

 FILOSOFÍA Y RAZON

Desmenuzar, descubrir, escudriñar, deducir, inferir, hasta llegar a inducir los menores detalles lógicos, capaces de casi completar las particularidades que parecen conmover los más elementales o esenciales signos diferenciales de la vida, la materia, su sentido último, es, en purísima verdad, el inmenso inconveniente formal de cualquier razón o existencia, limitación, medida o dilema. Contracción sobrehumana, connatural, acumulada en las inmensas alacenas del pensamiento ilimitado. Pensadores pretenciosos como como Platón, Nietszche, Epicuro, Sócrates, Confucio, apenas hicieron de sus saberes lo mismo que hoy, sobre creídos por antonomasia, los soñadores más fantasiosos, poetas desprevenidos de más razones que las de inflamados átomos inmateriales, somos capaces de agitarnos entre las alas de lo insólito e imaginado. Placer de vivir, placer de de existir, palacer de ser. Consumido placer, hedónico, justo y material. Vida del vivir, vida del existir. Nada distinto, nada, pero, si en algún momento, como bien me parece que ya viene a ocurrir, mis pensamientos continúan desvanesciendose, quiero dejar esta constancia, material, moral, natural y feliz de mi sentir. Te he amado, te llevo dentro, te percibo como mi existencia misma. Quizás deba, simplemente, saber que eres como soy yo mismo, tu misma, mi misma existencia. Te amo profundamente, niña mía, más allá de la materia y del pensamiento.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario