Me luce que el conflicto Dios-no Dios, permanece trabado en posiciones emocionales y atornilladas por la cerrazón religiosa, por lo general, iigualmente asentadas en ambas esquinas de la tensada lona. Cierto, ciertísimo, es, que todo el proceso cosmológico sigue una organización dinámica, infalible, con respecto al conjunto termodinámico cerrado, infinito, ilimitado, único, continuo y eterno, que, sin embargo, su perfección interna sigue leyes inteligenes, infalibles. Ese conjunto que sigue a la perfección su ordenamiento, podemos llamarlo de cualquier modo que a los humanos nos luzca oportuno. No se trata de un ser, una entidad, un pensamiento, sino una realidad vigente y constante que puede ser llamado "Dios" o como mejor cuadre, rime o entone. Lo cierto que es que el orden exsiste y el Cosmos lo sigue. Otra cosa son los gestos y creencias supersticiosas relacionadas con seres imaginados o supuestos
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