Carlos Manuel Veloz Sandoval, mi amigo estudioso, publicador, difusor y debatiente consuetudinario, agudo y tenaz, cuenta con la habilidad igualmente extraordinaria, de diligenciarse adeptos, colaboradores y seguidores de pesados calibres, cuando más combatido se siente.
Ahora ya cuenta con Ana Martínez, colaboradora indirecta, quien tampoco cree, según se puede extraer de su pregunta, en los procesos evolutivos que en la Gran Naturaleza Divina, constituye uno de los argumentos biológicos científicos, de los que más impresionan la inteligencia humana.
A cualquier estudiante de biología y química de nivel secundario del curriculo escolar dominicano, se le hace cómodo entender que los procesos quimicos son activados y estimulados por la energía cinética de los electrones que componen la conrteza de los átomos.
Esa energía cinética suele contener la esencia vital de todos los procesos químicos, bioquímicos y biológicos en general. De ahí que cualquier efecto natural que implique la más ligera transferencia de energía entre dos electrones, implica también un cambio en las propiedades del átomo impactado y la molécula que lo contenga (cuando se trate de algún compuesto).
Siendo este hecho tan relevante, una realidad insoslayable, del mismo hecho deriba el que cualquier atomo que forme parte de una molécula genética, cuando es impactado, genera un cambio en las propiedades de la molécula, por tanto, un cambio en sus efectos.
Así es como las moléculas que componen el material genético que conduce el proceso de armar los cuerpos biológicos, tienden a sufrir ligerísimos, ligeros o serios cambios durante cualquier etapa del proceso de reproducción biológica de los organismos vivos.
Esos cambios pueden ser generados durante la etapa de armado de las células reproductivas o gametos, así como durante el proceso de acoplamiento de dos gametos o concepción, así como durante cualquiera de las etapas del desarrollo del producto concebido.
Esos impactos capaces de provocar transferencias de energías modificadoras, puden tratarse de cambios de temperatuas, presiones, radiaciones cosmicas, de calor, efectos gravitacionales, magnéticos, ondas de sonidos, de luz, electricas, etc...
Los cambios pueden provocar manifestaciones imperceptibles como trascendentales y hasta incompatibilidades vitales. Sin embargo, los cambios genéticos transmisibles, resultan muy poco perceptibles, puesto que si así no ocuriera, la trascendencia implicaría la aparición a corto plazo de nuevas especies como ha debido ser a lo largo de millones de años. Así funcionan los procesos evolutivos concedidos por la Creación a la Naturaleza.
Ahora ya cuenta con Ana Martínez, colaboradora indirecta, quien tampoco cree, según se puede extraer de su pregunta, en los procesos evolutivos que en la Gran Naturaleza Divina, constituye uno de los argumentos biológicos científicos, de los que más impresionan la inteligencia humana.
A cualquier estudiante de biología y química de nivel secundario del curriculo escolar dominicano, se le hace cómodo entender que los procesos quimicos son activados y estimulados por la energía cinética de los electrones que componen la conrteza de los átomos.
Esa energía cinética suele contener la esencia vital de todos los procesos químicos, bioquímicos y biológicos en general. De ahí que cualquier efecto natural que implique la más ligera transferencia de energía entre dos electrones, implica también un cambio en las propiedades del átomo impactado y la molécula que lo contenga (cuando se trate de algún compuesto).
Siendo este hecho tan relevante, una realidad insoslayable, del mismo hecho deriba el que cualquier atomo que forme parte de una molécula genética, cuando es impactado, genera un cambio en las propiedades de la molécula, por tanto, un cambio en sus efectos.
Así es como las moléculas que componen el material genético que conduce el proceso de armar los cuerpos biológicos, tienden a sufrir ligerísimos, ligeros o serios cambios durante cualquier etapa del proceso de reproducción biológica de los organismos vivos.
Esos cambios pueden ser generados durante la etapa de armado de las células reproductivas o gametos, así como durante el proceso de acoplamiento de dos gametos o concepción, así como durante cualquiera de las etapas del desarrollo del producto concebido.
Esos impactos capaces de provocar transferencias de energías modificadoras, puden tratarse de cambios de temperatuas, presiones, radiaciones cosmicas, de calor, efectos gravitacionales, magnéticos, ondas de sonidos, de luz, electricas, etc...
Los cambios pueden provocar manifestaciones imperceptibles como trascendentales y hasta incompatibilidades vitales. Sin embargo, los cambios genéticos transmisibles, resultan muy poco perceptibles, puesto que si así no ocuriera, la trascendencia implicaría la aparición a corto plazo de nuevas especies como ha debido ser a lo largo de millones de años. Así funcionan los procesos evolutivos concedidos por la Creación a la Naturaleza.
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