sábado, 14 de septiembre de 2019

LA MORAL, LOS MORALISTAS Y LOS HUMANISTAS.

La Moral, junto a su extensión para el oficio profesional, es el resultado de convenciones humanas sometidas constantemente a correcciones y ajustes temporales, geográficos, climáticos, biológicos, anatómicos, económicos y sociales en general, todos los cuales obedecen estrictamente a procesos originados en las demandas evolutivas que tienden a dar respuesta a los ordenamientos materiales.

De estos ajustes constantes, deriva la evolución de los procesos de civilización, ajustes de conocimientos misticos, científicos, artísticos y hasta espirituales. Cada una de estas incursiones humanas encuentran asentamientos que van adquiriendo carácter de aplicaciones cada vez mejor aprovechables durante el proceso evolutivo que tiende hacia la especialización y ordenamiento social cada vez mejor logrado como efectivo, a lo que llamamos perfeccionamiento constinuo, según la demanda de los deseos de cualidades. Los ingenieros de cualquier area del conocimiento, intentan adaptar los procesos a la utilidad humana, haciendo valer sus aplicaciones y mejor aprovechamiento en cualquier servicio que haga más viable la adaptación humana a la hecho natural del que se vale.

Así funciona la secuencia moral social ante la inteligencia humana. Los moralistas aportan su cuota definiendo la conveniencia y mejor aprovechamiento de los procesos sociales. Se ocupan de las teorías y demandas biológicas, religiosas, políticas, humanísticas, filosóficas y científicas. Los ingenieros los arregladores, enderezadores y ajustadores, cumplen sus funciones como gobernantes.

La Moral, sus leyes y sus cánticos cumplen una función necesaria. Los moralistas forman su ejército de guardianes necesarios. Su utilidad justifica sus sacrificios. Merecen ser escuchados en incluidos como beneficiarios de lo producido por la sociedad.

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