El "odio", como todos los sentimientos humanos, es una expresión biológica fundada en el rechazo preventivo a las amenazas o interpretaciones sobre las probabilidades estadísticas indicadoras de peligro inminente, es decir, llamadas a tomar actitudes defensivas de la vida y los estados que la sustentan. Defensas frente al hecho reproductivo que garantiza la extensión de la vida, defensa frente a la preservación del espacio habitable, frente al desarrollo de la cria, frente a los suministros de alimentos. frente a las condiciones ambientales habitables. Así es como se puede establecer con particular precisión, que el "odio", es antítesis perfecta del "amor". Como tal sus especificaciones filosóficas, jurídicas y sociales en general, bien expresan estos sentimientos como francamente contrapuestos, sin embargo, colocados biológicamente, en las mismas rutas de conducción neurotrópicas y bioquímicas, tal que hasta cuando suelen salirse de control, exacerbándose por encima de límites considerados racionales, tienden a colocar las capacidades biológicas y sus respuestas emocionales, fuera de los equilibrios controlables compatibles con la vida.
"ODIO EL AGUAJE, LA SIMULACION, LA FALSEDAD, EL ENGAÑO"
Aguaje, simulación, engaño, camuflaje, cosmético, etc.. son todas palabras que se contraen a los distintos métodos atropológicos, defensivos en torno a la inteligencia defensiva de la vida como recurso evolutivo, siempre a favor de la preservación y continuidad de la forma material que a través de nuestra existencia tiene una más de sus formas de expresión.
Las expresiones de odio como las de amor derivadas como instintos de preservación de la especie, extienden sus ramificaciones sentimentales y dan lugar a piedad, conmiseración, pena, solidariad, arrojo, esfuerzos, lástima, coraje, etc... que luego atesoramos como valores....
"ODIO EL AGUAJE, LA SIMULACION, LA FALSEDAD, EL ENGAÑO"
Aguaje, simulación, engaño, camuflaje, cosmético, etc.. son todas palabras que se contraen a los distintos métodos atropológicos, defensivos en torno a la inteligencia defensiva de la vida como recurso evolutivo, siempre a favor de la preservación y continuidad de la forma material que a través de nuestra existencia tiene una más de sus formas de expresión.
Las expresiones de odio como las de amor derivadas como instintos de preservación de la especie, extienden sus ramificaciones sentimentales y dan lugar a piedad, conmiseración, pena, solidariad, arrojo, esfuerzos, lástima, coraje, etc... que luego atesoramos como valores....
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