domingo, 10 de febrero de 2019

ESQUIZOFRENIA SOCIAL (comentario al Sacerdote Católico Gabriel Villaverde)

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Escrito por el Sacerdote católico GABRIEL VILA VERDE, actualmente en Brasil

Vivimos en una época donde quieren que los sacerdotes se casen y que los casados se divorcien.

En realidad vivimos en la era social del ser humano. Nuestros sacerdotes, para hablar de solo República Dominicana, desde los tiempos de La Colonia, podemos recordar al padre Antonio Sánchez Valverde (El Racionero), fue el abuelo del presidente Buenaventura Báez. El Arzobispo Meriño, fue el padre de los doctores, Hermanos Defilló, El Padre Andrikson fue el dueño la famosa casa de cuatro niveles, que aun permanece en la Calle Altagracia, a  la que trajo a vivir sus 20 hijos, El Padre Santelises, fue el padre mi amiga Xiomara Santelises, Doña Rosa Segura fue hija del Padre Segura, Los hijos del Cardenal son varios y bien identificados, más allá de su  prolíficas travesuras. No es historia nueva el conocimiento de que los sacerdotes africanos procrean y cuidan varias familias bajo el consentimiento no escrito pero si tolerado del mismo Vaticano, fueron prácticmente públicas las andanzas del Padre Marcial Silva.



"Quieren que los heterosexuales tengan relaciones sin compromiso, pero que los gays se casen en la iglesia".

Hemos de reconocer que si se regulariza la vida social de las parejas que se mantienen fuera de control, sus posibilidades de asumir su vida laboral, familiar, sanitaria, etc., les evitaría los inconvenientes propios del aislamiento y los atropellos externos.




"Que las mujeres se vistan como hombres y asuman papeles masculinos y que los hombres se conviertan en “frágiles” como mujeres."

La vestimenta es un asunto cultural que de ningún modo hace más que protegernos de las adversidades externas como la lucha contra insectos, el sol, la lluvia, el frío, etc., y no trae definiciones de género. Tan útil es un pantalón al hombre como a la mujer.





"Un niño con sólo cinco o seis años de vida tiene derecho a decidir si será hombre o mujer por el resto de su vida, pero un menor de dieciocho años no puede responder por sus crímenes."

Un niño no sabe decidir nada, simplemente es un ser en formación cuyo biología natural le traza sus inclinaciones según marcas genéticas determinadas por la Naturaleza Divina.





"No hay plazas para los pacientes en los hospitales, pero hay incentivos y patrocinio para quien quiere hacer cambio de sexo."

Existe en el mundo entero, millones de plazas para los pacientes, que son ocupadas diariamente en todo el mundo, esa comparación no pasa de ser una miserable falta de inteligencia.




"Hay un acompañamiento psicológico gratuito para quien desea dejar la heterosexualidad y vivir la homosexualidad, pero no hay ningún apoyo de éste mismo para quien desea salir de la homosexualidad y vivir su heterosexualidad y si intentan hacerlo, es un crimen."

Si existen miles de programas psicológicos aplicables a personas que viven atrapadas entre una vida y la otra pero desean definirse como eterosexuales. Es una afirmación inventada.



Estar a favor de la familia y la religión es dictadura, pero orinar sobre los crucifijos es libertad de expresión.


Si no es el fin de los tiempos, debe ser el ensayo… “


Este predicador  es pobre de imaginación, apenas repite lo que cualquier paisano rural canta en sus chuines y décimas.

No exhibe ningún hallazgo particularmente inteligente, nuevo o conmovedor.

Ese es solo un discurso rural, dirigido a una feligresía dotada de una elemental búsqueda de espiritualidad ajustada a cualquier vestido de colores relucientes, sin esfuerzos mentales, ni escudriñamientos en la antropología histórica, en la biología social humana.

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