De mucho se había perdido
La Lúcida Catalino
Pero al fin halló el camino
Ahora solo yo le pido
Que no cometa el descuido
De extraviar de nuevo el rastro
Iluminado del astro
De nuestra granciosa aeda
Que emborda versos de seda
Sobre espejos de alabastro.
La Lúcida Catalino
Pero al fin halló el camino
Ahora solo yo le pido
Que no cometa el descuido
De extraviar de nuevo el rastro
Iluminado del astro
De nuestra granciosa aeda
Que emborda versos de seda
Sobre espejos de alabastro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario