"....y es cierto también y por demás
que todo lo que hacemos
(matar, reír, comer), es por la vida..." (Miguel Contreras)
Es esta una afirmación tan extraña como sabia. No me la esperaba disparada desde la carabina de un joven escritor de quien bien conocemos que es practicante seguidor y aplologista del misticismo cristiano, este que trae consigo todo un conjunto de ideas muy afiladas en torno a la vida, la muerte, la virtud del amor, el vicio del pecado, la primera como principio de vida y el otro como fracaso que conduce a la muerte espiritual.
Sin embargo, lo cierto es que biología antropológica nos conduce a descubrir que tras cualquier gesto humano, reactivo y consciente, o simplemente autómático, por irracional que pueda parecernos, se parapeta un acto de defensa del proceso evolutivo, biológico y social, incluído el que luciría ser el más absurdo: el de autodestrucción de la vida o suicidio.
Son gestos de selección inteligente, vitales, los aprecios por la inteligencia, las apreciaciones sobre signos de belleza, los homicidios, las guerras, las competencias de cualquier género, las luchas a muerte, los celos, la promoción y defensa de las ideas por absurdas que nos parezcan,,,todo obedece, como obedecen las ciencias médicas, la educación, los entrenamientos, la alimentación las luchas por el poder, etc.....a medidas de defensa de la vida misma como proceso evolutivo.
No pretendo que mis detalles, coincidan, necesariamente con lo que estaría pensando el precoz poeta, Miguel Contreras, al momento de escribir, aun así considero que merece destacarse la agudeza mental que brota en las reflexiones de este joven al que no le gusta que le escriban para pedirle opiniones sobre escritos ajenos o para tratar de impresionarle con notas que no le interesa leer. No pido ni espero que lea mi nota pero considero mi deber, -que también me provoca placer-, referirme a sus sobresalencias como nóbel escritor que pronto ha de ponerse ya, menos joven y más curtido en en sus artes de letras.
que todo lo que hacemos
(matar, reír, comer), es por la vida..." (Miguel Contreras)
Es esta una afirmación tan extraña como sabia. No me la esperaba disparada desde la carabina de un joven escritor de quien bien conocemos que es practicante seguidor y aplologista del misticismo cristiano, este que trae consigo todo un conjunto de ideas muy afiladas en torno a la vida, la muerte, la virtud del amor, el vicio del pecado, la primera como principio de vida y el otro como fracaso que conduce a la muerte espiritual.
Sin embargo, lo cierto es que biología antropológica nos conduce a descubrir que tras cualquier gesto humano, reactivo y consciente, o simplemente autómático, por irracional que pueda parecernos, se parapeta un acto de defensa del proceso evolutivo, biológico y social, incluído el que luciría ser el más absurdo: el de autodestrucción de la vida o suicidio.
Son gestos de selección inteligente, vitales, los aprecios por la inteligencia, las apreciaciones sobre signos de belleza, los homicidios, las guerras, las competencias de cualquier género, las luchas a muerte, los celos, la promoción y defensa de las ideas por absurdas que nos parezcan,,,todo obedece, como obedecen las ciencias médicas, la educación, los entrenamientos, la alimentación las luchas por el poder, etc.....a medidas de defensa de la vida misma como proceso evolutivo.
No pretendo que mis detalles, coincidan, necesariamente con lo que estaría pensando el precoz poeta, Miguel Contreras, al momento de escribir, aun así considero que merece destacarse la agudeza mental que brota en las reflexiones de este joven al que no le gusta que le escriban para pedirle opiniones sobre escritos ajenos o para tratar de impresionarle con notas que no le interesa leer. No pido ni espero que lea mi nota pero considero mi deber, -que también me provoca placer-, referirme a sus sobresalencias como nóbel escritor que pronto ha de ponerse ya, menos joven y más curtido en en sus artes de letras.
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