En la reconocida Cafetera de El Conde, hace algunos años, se regó como burundanga la revelación que daba cuenta sobre la existencia de un virtuoso profesor de literatura, de escuela secundaria, quien pululaba desde el anochecer por los alrededores del obelisco hembra del malecón. Solía resolverles problemas a los aficionados a la literatura que noche tras noche visitaban, además de La Cafetera (para entonces moteada como Palacio de la Esquizofrenia), los distintos espacios en los que se acostumbran a consumir letras de todos los colores y terminados. Ofrecía servicios como: confección de metáforas, mediciones de versos, ajustes semánticos y sintácticos, recortes de ripios, rupturas con clásicos, listados de autores extranjeros importantes pero regularmente desconocidos en la Zona Colonial, inventos novedosos, etc. Sobre todo, lo más trascendente, el despierto profesor mantenía un folder activo de improvisadas creaciones ordenadas a solicitud previa de su clientela, hasta un muestrario de productos inéditos, ofrecidos para ser servidos como buffete a prueba de urgencias. Cuéntase que muchas veces sus confecciones comprendidas entre poemas y cuentos, alcanzaron a ser premiadas en algunos eventos considerados de "de categoría", sin embargo, sus mayores éxitos estaban en los concursos de pueblo. Nunca me he atrevido a presentarme ante ese noble vendedor a reconocer sus pacas, pero cuento con un muy apreciado amigo, Ramoncito Collado, un cibaeño santiaguero, prolífico versificador, poeta y cuentista, dedicado a producir literatura sin publicar, como no sería facil imaginárlo, siempre que da a conocer sus obras entre sus amigos, advierte que son obras logradas bajo descuentos especiales que le hace su amigo del obelisco del malecón. Hoy, llamé temprano a mi amigo Collado, le explique mi urgencia por la que debía llamar al profesor. Me cumplió y para fuñir un poco algunos de mis blancos predilectos, me ha conseguido esta punzadita en favor de la burundanga, importantísimo explosivo político, sanitsrio y moral que ahora promueven los peligosísimos, terroristas e invasores del fundamentalismo hatiano contra establecimiento del Estado Dominicano.
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